Es también un paseo si el calor afloja una tarde de agosto recolectando las moras silvestres de las zarzas, con las manos negras, mezcladas después con el olor de unos cuantos tallos de hinojo.
Comilona Jiménez – Un viaje a un banco de piedra
Santerra me llevó a todos los veranos de mi vida partiendo piñones y a darle patadas a las piñas que no están abiertas.
Comilona Jiménez. “Lo disfrutes”
Es un viernes de los primeros en los que el calor acusa, te ajusta la ropa exprimiéndote, sacándote jugo.
Comilona Jiménez. Disculpe, llévese estas gambas
Comer es disfrutar, aprender; comer es vivir al fin y al cabo y, si uno tiene el inmenso privilegio de elegir, siempre quiere vivir bien y no mal.
Comilona Jiménez. Lugares amables
Para ser un buen comensal hay que ser también una persona a la que la vida le resulta un lugar amable.
Comilona Jiménez. No dejo que se me enfríe la comida
No tenía claro que, después de recorrer aquella carretera primero de ida y después de vuelta sin bajarnos del coche, fuésemos a llegar a buena hora para comer un arroz con pato decente.
Comilona Jiménez – Tiempo sabroso
En esta vida que vivimos, la comida por delante se agradece, y aprovechar los ratos libres para cocinar harán de nuestro tiempo algo muy sabroso.
Comilona Jiménez – Esquivar la suerte
Ayer mismo explotó un edificio casi exactamente en frente del que fue mi lugar de trabajo durante unos meses.
Comilona Jiménez – Apartar la oscuridad
Ya se ve el faro. Arribaremos.
Comilona Jiménez – Las cosas favoritas
Todo vale, pero nunca falla el calor del guiso a golpe de mortero.