La Plataforma SAR, compuesta por médicos, enfermería y celadores de los centros de urgencias extrahospitalarias en la Comunidad de Madrid, ha denunciado la alarmante situación de desatención médica que están experimentando estos centros. La falta de médicos es un problema grave, lo que obliga a personal de Enfermería a asumir responsabilidades que no les corresponden.
En un comunicado, los sanitarios de la plataforma han detallado que la llegada del verano ha agravado las incidencias que ya se venían registrando desde octubre de 2022, cuando se implementó el plan de reorganización de urgencias. Todo esto se debe a la escasez de médicos y a las condiciones laborales desfavorables, además de la aparente falta de acción por parte de la administración para retener a facultativos y profesionales.
La situación es preocupante, con centros que antes contaban con dos o tres médicos, y ahora solo disponen de uno, el cual debe atender a más de cien pacientes durante 24 horas, sin tener la posibilidad de descansos para comer o ir al baño. Además, en aquellos lugares donde no se logran contratar médicos, las enfermeras son sobrecargadas, asumiendo una responsabilidad asistencial de urgencias rurales que no les corresponde. En ocasiones, se ven obligadas a buscar apoyo médico telefónico en otros centros o en el Summa 112, lo que representa un riesgo vital y legal para los pacientes.
Antes de la implantación del plan de reorganización, nunca hubo dificultades para contratar médicos, y los servicios de urgencias rurales eran reconocidos por su buen funcionamiento y excelente atención en los pueblos, contando con equipos completos y de calidad.
La Plataforma SAR ha querido transmitir a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid que están siendo víctimas de un engaño en cuanto al funcionamiento de sus urgencias extrahospitalarias, ya que los centros permanecen abiertos pero sin el personal necesario para brindar una atención adecuada y de calidad a poblaciones que oscilan entre 2,000 y 30,000 habitantes, así como a la población temporal de verano, que se ve afectada al tener que desplazarse media hora en coche hasta el hospital más cercano.
Los profesionales sanitarios que trabajan en estos centros se desvinculan de la pésima planificación y advierten que no se hacen responsables de las consecuencias negativas que pueda acarrear este modelo de organización y funcionamiento, el cual representa una grave desprotección tanto para los ciudadanos como para los propios profesionales sanitarios.
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