En la mañana del martes 15 de noviembre, alrededor de las ocho de la mañana, dos ladrones armados con pistolas esperaban a los trabajadores de un banco situado en la calle Alcarria de Leganés. Entraron en la sucursal de la que, con empleados y clientes como rehenes, consiguieron huir con un gran botín.
A la llegada del segundo empleado de la sucursal le encañonaron con una pistola en la espalda. Una vez en el interior, lo amordazaron y maniataron con bridas de plástico junto a otro de los trabajadores. Hicieron lo mismo con el resto de empleados que iban llegando a su puesto de trabajo.
Cuando iban a salir con el botín, obtenido de la caja fuerte y de los dos cajeros que se encuentran en la calle, atracaron a un hombre que iba al cajero y bajo la amenaza de “entras o te mato” le amordazaron y maniataron en el interior del banco junto al resto de rehenes.
Según algunos testigos, dos personas que se encontraban en un furgón también fueron amordazados en el interior de la sucursal. Fue una persona que pasaba por la zona quien dio la voz de alarma.
Los ladrones iban vestidos con gafas de sol, mascarilla y ropa oscura. Una vez con el botín, un total de 300.000 euros, huyeron en un Dacia Sandero que abandonaban momentos después en la Plaza de la Azucena.
La policía se ha encontrado el vehículo completamente lleno del polvo de un extintor para evitar que pudiesen detectar huellas. Por el momento, no hay detenidos y se sospecha que hayan sido más atracadores.
A pesar de la gran cantidad de rehenes, no ha habido que lamentar heridos. Tras lo ocurrido, la sucursal bancaria ha permanecido cerrada.
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