El hombre dio unos pasos zigzagueantes y cayó a la vías inesperadamente ante los ojos atónitos de las personas que esperaban en tren en el andén.En el letrero luminoso indicaba que faltaba un minuto para que llegara el tren, pero Luis Muñoz, un policía nacional de 31 años que volvía a casa tras acabar su jornada laboral, ni lo vio. Dio un salto y llegó al hombre justo cuando la luz del cercanías comenzaba a emerger del túnel.En una decisión de milésimas de segundo, le metió en el hueco que queda entre las vías y el anden evitando así la catástrofe. Eso sí, de lo que no se libró el hombre es de ser detenido después por desorden público y porque puso en peligro muchas vidas.Todo esto ocurrió en la estación de Embajadores en Madrid.
El Samur atendió a esta persona por una brecha en la cabeza y además estaba desorientado cuando le sacaron de las vías. Casualmente Luis Muñoz trabaja en el grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional de la comisaria de centro.Cuando acabó d trabajar aquella noche a las diez, no sabia que le esperaba en la parada del tren una última atención ciudadana.
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