Tres policías heridos al disolver un botellón. Un grupo de unos 20 jóvenes se encontraban bailando y bebiendo alcohol junto a un coche aparcado, con las puertas abiertas y la música a elevado volumen. Una patrulla de la Policía Municipal acudió al lugar e intentó disolver la concentración. Sin embargo, los congregados comenzaron a rodear a los funcionarios, que pidieron refuerzos. Con todo ello, los jóvenes comenzaron a increpar e insultar a los policías.

En un momento determinado, un chico les lanzó una valla de obra. Al ir a detenerle, golpeó contra una pared a uno de los agentes. Finalmente, y tras una gran resistencia, fue reducido en el suelo y arrestado, siendo trasladado a comisaría acusado de los delitos de desobediencia y de atentado. Por su lado, hasta tres agentes de la Policía Municipal de Madrid resultaron heridos con diversas lesiones en muñecas y costado, todas de carácter leve, causando baja laboral. No se produjeron más arrestos.