Los partidos independentistas catalanes, ERC y Junts, han acordado formar un frente común para presionar al Gobierno central, liderado por Pedro Sánchez, a que negocie la celebración de un nuevo referéndum de autodeterminación, además de la aprobación de una ley de amnistía que anule los procesos judiciales relacionados con el “procés” desde el 1 de enero de 2013.
Este pacto se produce justo un año después de que Junts abandonara el Gobierno catalán después de amenazar al presidente Pere Aragonès con una moción de confianza para destituirlo. En ese momento, Junts exigía una “unidad de acción en el Congreso”, a lo que ERC se negaba debido a su alianza exclusiva con el PSOE. Sin embargo, ahora ambas fuerzas se unen en busca de una negociación más favorable.
Este acuerdo separatista se formalizará en las dos principales instituciones catalanas, el Parlamento y el Ayuntamiento de Barcelona, donde ERC y Junts presentarán resoluciones conjuntas. Estas resoluciones establecerán condiciones comunes para la posible investidura del candidato socialista.
En las propuestas conjuntas, se declara que el Parlamento de Cataluña apoyará a las fuerzas políticas catalanas con representación en las Cortes españolas para que no respalden un Gobierno español futuro que no se comprometa a trabajar hacia la celebración de un referéndum. Además, se enfatiza “la necesidad de una ley de amnistía para dejar sin efecto lo que se había tipificado como infracción penal o administrativa en relación con la defensa del ejercicio del derecho a la autodeterminación de Cataluña”.
Aunque no se menciona la amenaza de retomar la vía unilateral ni la supervisión de un relator en las negociaciones sobre el referéndum, que fueron requisitos iniciales planteados por Carles Puigdemont, Junts parece haberlos retirado en aras de este acuerdo con ERC.
Nueva hoja de ruta de ERC y Juns
Hasta el momento, ERC y Junts no habían logrado establecer una hoja de ruta compartida para abordar la investidura de Pedro Sánchez, pero esta alianza sugiere la posibilidad de que ambas fuerzas acuerden un precio para respaldar su reelección. No obstante, no se descartan nuevas diferencias y conversaciones paralelas con el PSOE.
Las resoluciones conjuntas se someterán a votación en el Parlamento de Cataluña durante el Debate de Política General, donde se forjó la ruptura del Gobierno catalán el año pasado. La moción de amnistía probablemente será aprobada debido al respaldo de la CUP, mientras que la referente al nuevo referéndum requerirá que los partidos radicales o los comunes se abstengan, ya que el PSC ha anunciado que no respaldará iniciativas relacionadas con la amnistía o el referéndum.
El PSOE ha defendido la maniobra de escape ideada por ERC, respaldando el “diálogo dentro de la Constitución” como medio para superar la división y evitar la ruptura, aunque no ha negado explícitamente la posibilidad de discutir sobre un referéndum, como exige el movimiento separatista. El socio de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, también ha comenzado negociaciones con Carles Puigdemont en un intento de coaligarse con el independentismo para presionar al PSOE.
Los detalles de la ley de amnistía que ambicionan ERC y Junts se especifican en las resoluciones del Parlamento y del Ayuntamiento de Barcelona. Estas resoluciones exigen que la amnistía cubra los hechos relacionados con el ejercicio del derecho a la autodeterminación de Cataluña, tipificados como infracciones penales o administrativas, ocurridos desde el 1 de enero de 2013 hasta la fecha de entrada en vigor de la ley. Además, instan al Gobierno a garantizar que no se emprenderán acciones judiciales o administrativas contra aquellos que buscan organizar un nuevo referéndum. Esta alianza entre ERC y Junts sugiere que el Gobierno central podría enfrentarse a una situación política delicada en su búsqueda de apoyo para la reelección de Pedro Sánchez.
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