El Pleno del Ayuntamiento de Fuenlabrada ha aprobado de forma definitiva la creación de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un área restringida para vehículos sin etiqueta medioambiental. Esta medida ha generado un intenso debate entre el Gobierno local y la oposición.
El Gobierno ha defendido la ZBE como una medida necesaria para cumplir con la normativa europea y reducir las emisiones contaminantes en la zona, mientras que la oposición ha criticado su supuesto carácter recaudatorio y el impacto en la movilidad de los residentes. A pesar de algunas modificaciones menores aprobadas tras alegaciones de colectivos y entidades, las principales controversias se mantienen. Por un lado, la concejala de Urbanismo y Movilidad, Ana Pérez, ha destacado los beneficios ambientales de la medida, mientras que la portavoz de Vox, Isabel Pérez, ha cuestionado la falta de ayudas para los propietarios de vehículos sin etiqueta y ha señalado la previsión de ingresos por multas.
Desde el Partido Popular, su portavoz, Noelia Núñez, ha denunciado el presunto carácter recaudatorio de las multas, considerándolas desproporcionadas en relación con la renta per cápita del municipio, y ha criticado la falta de información para los residentes. El acceso a la ZBE estará permitido para los vehículos empadronados en la ciudad y al corriente del Impuesto de Vehículos a Motor, estableciendo una excepción en la ordenanza reguladora. Sin embargo, se aplicará un régimen sancionador a partir del 1 de enero de 2025 para los infractores, tras un período inicial de seis meses de comunicaciones informativas.
La Zona de Bajas Emisiones de Fuenlabrada abarcará la almendra central del municipio y entrará en vigor el 1 de julio de 2024, generando expectativas y debates en la comunidad respecto a su impacto en la movilidad y el medio ambiente.
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