El líder de Forza Italia y fundador de Mediaset, Silvio Berlusconi, ha fallecido a los 86 años este lunes. Berlusconi regresó al hospital San Raffaele el viernes pasado después de una larga estancia hospitalaria de 45 días debido a una neumonía y una leucemia mielomonocítica. Su hermano Paolo y sus hijos se habían trasladado rápidamente al hospital esta mañana, donde también se encontraba Marta Fascina.
Varios miembros de su familia, incluidos sus cinco hijos y su hermano Paolo, se habían desplazado a la clínica esta mañana, lo que generó preocupación por su estado de salud, que empeoró durante la noche anterior. Marina, la primogénita de Berlusconi, y Marta Fascina se unieron a Paolo alrededor de las 9:30 de la mañana en el centro médico. Más tarde, llegaron sus otros hijos, Eleonora, Barbara, Pier Silvio y Luigi.
En los últimos días, Berlusconi también había recibido el apoyo de representantes políticos italianos, especialmente de sus socios en el Gobierno. Sin embargo, el ex primer ministro italiano ha dejado una huella significativa en la historia política y humana de Italia. A lo largo de su vida, Berlusconi fue conocido por su búsqueda del poder y su controvertido papel en la política italiana, siendo el fundador de una nueva derecha y una nueva política con rasgos populistas y ambiciones liberalistas.
A lo largo de su carrera política, Berlusconi enfrentó numerosos juicios y acusaciones, aunque muchos de ellos resultaron en absolución, exculpación o prescripción de los cargos. Sin embargo, fue condenado definitivamente por fraude fiscal, lo que provocó su rápida expulsión del Senado. A pesar de sus errores y vicios, Berlusconi logró cambiar el panorama político italiano durante veinte años y provocó la alternancia en el país.
El balance de la figura política de Berlusconi no se mide solo por los delitos de los que se le acusó o por las promesas que no pudo cumplir, sino también por su impacto en la política y la sociedad italiana. A sus 86 años, esperaba sellar su extraordinaria biografía con su elección al Quirinale, lo que muestra su deseo de trascender y convertirse en una leyenda.
Silvio Berlusconi, conocido también como el “architaliano”, deja un legado controvertido y una huella indeleble en Italia, el país que amaba. Su fallecimiento en el mismo hospital donde había expresado su deseo de vivir hasta los 150 años muestra su conexión con la nación y su papel como una autobiografía viviente de Italia.
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