Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas en Madrid por su presunta participación en una red de fraude que permitía el uso fraudulento de más de 500 tarjetas robadas. Los dispositivos habían sido previamente sustraídos, y se realizaban cargos en comercios ubicados en el distrito Centro de la capital.

La operación policial ha permitido esclarecer 147 denuncias de víctimas de fraude. Durante el tiempo que duró la estafa, los delincuentes obtuvieron un beneficio que superó los 135.000 euros. El entramado criminal, del que formaban parte los detenidos, contaba con tres sociedades matrices y 15 comercios encargados de realizar cargos bancarios con las tarjetas previamente hurtadas, según informó la Jefatura Superior de Policía.

La investigación se inició en enero tras detectarse un aumento de denuncias en las que los afectados indicaban que, después de que les sustrajeran sus tarjetas bancarias, comenzaban a recibir cargos fraudulentos en sus cuentas, repetidos y siempre realizados desde los mismos comercios.

Los detenidos, uno de los cuales era propietario de un comercio de alimentación en el centro de Madrid, presuntamente permitían que personas que habían hurtado las tarjetas realizasen cargos fraudulentos. Estos pagos se efectuaban por importes en los que no era necesario introducir el número PIN, y tras varias operaciones, la tarjeta era denegada por el servidor bancario.

En el momento del registro, se encontraron más de 30 tarjetas bancarias sustraídas, ocho datáfonos y documentación relacionada con la presunta estafa. En total, los investigadores han logrado esclarecer 147 denuncias interpuestas por los afectados de esta actividad delictiva.