Las quejas por el ruido tras eventos musicales reavivan el debate sobre el uso de estadios como espacios de espectáculos en Madrid
Los vecinos del barrio madrileño de San Blas-Canillejas han comenzado a movilizarse en protesta por el ruido generado por los conciertos celebrados en el Cívitas Metropolitano, estadio del Atlético de Madrid. Las quejas surgen después de que eventos similares en el Santiago Bernabéu fuesen objeto de denuncias vecinales, lo que llevó a su cancelación temporal hasta garantizar el cumplimiento de los límites acústicos.
Con el final de la temporada de fútbol, los estadios se convierten en escenarios para eventos masivos que permiten a los clubes generar ingresos adicionales. En este contexto, artistas nacionales e internacionales como Aitana, Lola Índigo y próximamente Bad Bunny —con diez conciertos previstos para 2026— han sido programados en el Metropolitano, lo que ha despertado inquietud entre los residentes por los niveles de ruido prolongado.
La situación se agravó tras el reciente concierto de Ed Sheeran, cuando varios vecinos compartieron en redes sociales vídeos que captaban el volumen desde sus viviendas y espacios públicos. Aunque la distancia entre el estadio y las zonas residenciales es mayor que en el caso del Bernabéu, los afectados aseguran que el impacto acústico sigue siendo significativo. Algunos han comenzado a organizarse en plataformas digitales para exigir medidas correctoras al Ayuntamiento y al club rojiblanco.
El debate sobre el uso de estadios como espacios culturales y de ocio sigue abierto en Madrid, donde se enfrenta el interés económico de clubes y promotores con el derecho al descanso de los ciudadanos. La evolución del conflicto en San Blas marcará un posible precedente para la futura planificación de grandes eventos en recintos deportivos dentro de entornos urbanos.
0 comentarios