Alrededor de 30 familias del barrio de La Serna en Fuenlabrada han reiterado su demanda para el desmantelamiento de una línea de alta tensión que lleva 23 años sobre sus viviendas. Sin embargo, su solicitud se encuentra en un limbo territorial debido a desacuerdos entre las administraciones.

Estas viviendas están adosadas a una instalación eléctrica de unos 40 metros de altura, lo que ha generado preocupaciones por la salud y molestias constantes como zumbidos y chispazos provocados por la electricidad, según relata Sara Suárez, una de las vecinas afectadas.

«Los vecinos están nerviosos», comenta Suárez, quién solicita que las mediciones eléctricas se realicen desde las viviendas cercanas a la torre, ya que las mediciones anteriores se hicieron desde una distancia de 100 metros, lo que consideran inadecuado. Además de los efectos sobre la salud, la cercanía de la instalación eléctrica dificulta la venta de las viviendas, frustrando los intentos de muchos propietarios. Esto afecta especialmente a los residentes mayores que encuentran más complicado vivir en una casa que en un piso.

La instalación es responsabilidad de Red Eléctrica Española, quien, según los vecinos, no se opone al traslado de la línea si los ayuntamientos de Fuenlabrada y Leganés costean el proceso.

El principal conflicto radica en la jurisdicción de los terrenos donde se encuentran las viviendas, pertenecientes a Leganés pero con servicios municipales de Fuenlabrada. Aunque Fuenlabrada afirma que soterró una parte de la línea en su término municipal, la parte restante sigue generando disputas. El concejal de Obras de Leganés, Carlos Delgado, ha confirmado la disposición del ayuntamiento a dialogar con Fuenlabrada, pero sostiene que, dado que las viviendas están en terrenos de Leganés, corresponde a Fuenlabrada costear el desmantelamiento.