Los ministros europeos cuestionan un plan que incluye cesiones territoriales y limitaciones militares para Kiev
El borrador de 28 puntos elaborado por Estados Unidos y Rusia para tratar de poner fin a la guerra en Ucrania ha generado un rechazo unánime entre los ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos este jueves en Bruselas. La propuesta, que contempla cesiones territoriales y la reducción del tamaño del Ejército ucraniano, fue recibida con inquietud y críticas por parte de los representantes europeos, quienes señalaron que el documento no cuenta con el respaldo político ni moral de los países miembros. La ausencia de un alto el fuego incondicional en el plan es uno de los principales puntos de fricción.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se mostró especialmente contundente al afirmar que España y la UE no han participado en la elaboración de la iniciativa. “Desconozco el supuesto plan de paz y solo sé algunos detalles por lo publicado en prensa”, declaró. Albares insistió en que cualquier propuesta debe ser “creíble, justa y duradera”, y lamentó que el documento no parta de un cese de hostilidades. Además, advirtió que la negociación “no puede hacerse a espaldas de Ucrania ni de la Unión Europea”, recordando que es el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien representa la soberanía del país.
Por su parte, la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, remarcó que en este conflicto “hay un agresor y una víctima”, subrayando que Rusia no ha hecho “ninguna concesión” desde que inició la invasión en febrero de 2022. “Si Rusia quisiera paz, ya habría aceptado un alto el fuego”, afirmó. Varios ministros, entre ellos los de Polonia, Francia, Alemania e Italia, se alinearon con esta postura, rechazando que el plan limite las capacidades de defensa de Ucrania y reiterando que no puede haber paz si esta supone una “capitulación”. También Dinamarca señaló que, por ahora, solo existen “rumores” sobre el documento y que cualquier acuerdo debe incluir a Kiev y a los europeos.
El debate se produce en un momento en el que la UE continúa trabajando para reforzar el apoyo militar y financiero a Ucrania, así como para intensificar el control sobre la llamada “flota fantasma” que Rusia utiliza para evadir sanciones internacionales. En paralelo, varios Estados miembros, como España, han anunciado nuevas partidas de ayuda destinadas a respaldar a Kiev y fortalecer su resistencia frente a la ofensiva rusa. En contraste, Hungría volvió a desmarcarse de la posición común al afirmar que el resto de socios “viven en una ilusión” sobre la evolución del conflicto, manteniendo su tradicional distanciamiento respecto a las políticas europeas sobre Ucrania.






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