En menos de 24 horas, Madrid ha sido testigo de tres incidentes violentos vinculados a bandas juveniles, elevando la preocupación por la virulencia de estos grupos en la capital. Los ataques, dos de ellos en Malasaña y uno en Tetuán, involucraron apuñalamientos a menores, presuntamente llevados a cabo por pandilleros actuando en grupo y con el robo como posible motivación.

La respuesta policial se ha traducido en un aumento de los controles, especialmente en el distrito Centro, donde se han incautado al menos diez armas blancas y machetes en las últimas semanas. En lo que va de año, se han detenido a 1,500 pandilleros en Madrid, con 35,000 intervenciones en el marco del dispositivo anti bandas. Aunque reconoció la gravedad de los incidentes.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha instado a tomar medidas más contundentes, solicitando un enfoque específico en la seguridad ciudadana. Martínez-Almeida subrayó la necesidad de que el delegado del Gobierno abandone la politización y se centre en garantizar la seguridad en las calles de la ciudad. La petición del alcalde surge en medio de la creciente preocupación por la participación de adolescentes en actos delictivos, haciendo un llamado a una acción más directa para salvaguardar la seguridad de los madrileños.