En una jornada que comenzó con un aviso sombrío por parte del alcalde José Luis Martínez Almeida, el rescate de dos operarios atrapados bajo ocho toneladas de hormigón en el distrito de Fuencarral-El Pardo de Madrid terminó en tragedia. El fatal incidente tuvo lugar en un antiguo complejo de oficinas en proceso de transformación residencial, entre las calles de Lezama y de Llodio, cerca de la avenida del Cardenal Herrera Oria.
El colapso repentino del forjado de una de las plantas superiores del edificio sorprendió a los trabajadores en su labor. Un operativo masivo de rescate, liderado por los Bomberos de Madrid, se desplegó en la zona, enfrentándose a una situación de alta complejidad debido a la inestabilidad del edificio y el riesgo constante de nuevos derrumbes. A pesar de los esfuerzos intensivos y desesperados que se prolongaron durante ocho horas, el trágico desenlace se confirmó alrededor de las 19.30 horas: los dos operarios quedaron atrapados bajo los escombros. Mientras tanto, un tercer trabajador resultó gravemente herido, con fracturas en la pierna y múltiples contusiones, siendo trasladado de urgencia a un centro hospitalario.
El suceso ha conmocionado a la comunidad y ha generado una ola de preguntas sobre la seguridad en las obras de construcción en la ciudad. Ahora, las autoridades municipales y los investigadores de la Policía Municipal tendrán la difícil tarea de esclarecer las circunstancias que llevaron al derrumbe y verificar el cumplimiento de las normativas y licencias de las obras en curso. En medio del pesar por esta tragedia, se levanta la urgente necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de seguridad en el sector de la construcción, garantizando la protección y el bienestar de los trabajadores en Madrid y más allá.
Periodista
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