Decenas de familias de un colegio concertado en el distrito de Salamanca, Madrid, han expresado su descontento y preocupación por la política de la institución de utilizar tabletas digitales en lugar de libros de texto como la principal herramienta de aprendizaje para estudiantes a partir de los diez años. Hasta 140 madres y padres han firmado una carta en la que solicitan al colegio que reconsidere su decisión de imponer las tabletas como método de enseñanza.
Las familias que han firmado la petición argumentan que esta transición hacia el uso de tabletas no solo afecta al método educativo, sino que también conlleva implicaciones negativas para la salud, el desarrollo cognitivo y el bienestar de los niños. Se basan en estudios recientes que sugieren que la exposición constante a dispositivos digitales puede tener efectos perjudiciales, como la pérdida de la concentración, riesgos oftalmológicos, adicciones y más. Alegan que no todos los niños tienen la misma madurez ni las mismas circunstancias familiares, y que algunos podrían verse afectados negativamente por esta transición.
Además, temen que el uso de tabletas en el aula pueda exponer a los estudiantes a contenidos inadecuados y a posibles riesgos. Aunque se implementan filtros, a veces fallan, y las familias creen que se requeriría una supervisión constante por parte de los padres, lo que consideran una carga inaceptable.
El Colegio Sagrada Familia Corazonistas, en el que se ha implementado este modelo de enseñanza, afirma que el proyecto se ha desarrollado con el apoyo de la comunidad educativa y que las tabletas se utilizan de manera coherente con otras herramientas, como cuadernos y lecturas en papel. Sin embargo, las familias argumentan que su opinión no se ha tenido en cuenta y están preocupadas por la deriva legal de esta imposición.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha relacionado el uso intensivo de dispositivos electrónicos en la escuela con un deterioro significativo del rendimiento académico en lectura, matemáticas y ciencias. Ante esto, las familias abogan por un enfoque educativo que promueva la lectura, las habilidades cognitivas, el pensamiento crítico y una sólida formación humanística.
La dirección del colegio defiende su iniciativa como una respuesta a la realidad social actual y planea mantenerla en el tiempo. Por su parte, las familias esperan que se respete su postura o que se ofrezcan alternativas para los estudiantes que no deseen el enfoque actual basado en el uso intensivo de tabletas en la educación. La controversia continúa, y las familias esperan mantener un diálogo con la dirección del colegio para encontrar una solución que sea satisfactoria para todas las partes involucradas.
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