La segunda noche de protestas en la calle Ferraz, donde se ubica la sede nacional del PSOE, ha concluido alrededor de las 23.30 horas del martes con un saldo de seis detenidos por desórdenes públicos y 39 personas heridas, de las cuales 29 son agentes de la Policía Nacional.
La tensión se vivió desde tempranas horas de la tarde, ya que, aunque la convocatoria viralizada en redes sociales estaba programada para las 20.00 horas, los primeros manifestantes se acercaron al lugar alrededor de las 19.00 horas. La protesta congregó a más de 7,000 personas que llevaban banderas de España y coreaban consignas como “España no se vende, España se defiende” o “Puigdemont a prisión”.
La protesta también contó con la presencia del líder de Desokupa, Daniel Esteve, seguidores y figuras destacadas de Vox, como la portavoz del Congreso, Pepa Millán, el diputado Manuel Mariscal y la diputada Rocío de Mer. Adicionalmente, miembros del grupo ultranacionalista España 2000 se agruparon en primera línea con una pancarta que decía “España no se vende. Resistencia social”, lo que generó tensión con otros manifestantes que se oponían a las proclamas nazis de este grupo.
Durante la protesta, Isabel Medina Peralta, líder del grupo neonazi Bastion Frontal, se subió a un quiosco de tabacos con otro individuo, realizando el saludo nazi y portando una bandera con la cruz de Borgoña. La tensión aumentó alrededor de las 21.15 horas, cuando los manifestantes comenzaron a lanzar huevos y botellas de cristal a la prensa y a la Policía Nacional, resultando en una respuesta policial con porras en mano y un preaviso.
Los asistentes manifestaron su descontento tanto hacia el Gobierno de Pedro Sánchez, al que llamaron “traidor”, como a la Policía Nacional, a la que tacharon de “cobardes”. Las banderas de España y franquistas ondearon durante toda la protesta, junto con pancartas que decían “España no paga a traidores. Amnistía no” o “la Constitución destruye la nación”. A raíz del gran dispositivo de seguridad en la calle Ferraz, un grupo de manifestantes dirigió sus protestas hacia la Gran Vía de Madrid y el Congreso de los Diputados, regresando posteriormente al lugar de la protesta.
Finalmente, alrededor de las 23.30 horas, la Policía pudo controlar a los manifestantes más agresivos y dispersar la concentración en Ferraz, que dejó la calle y sus alrededores en un estado deteriorado.
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