La tranquilidad de un vecindario en Alcorcón se ha visto quebrada en los últimos meses por la presencia de un nuevo inquilino en la calle Nueva. Lo que en un principio parecía un cambio de residentes cualquiera, se ha convertido en una pesadilla para los vecinos, quienes denuncian un sinfín de problemas relacionados con el tráfico de drogas, peleas y un constante ir y venir de personas sospechosas.
“Tenemos desde octubre unos nuevos vecinos que vinieron a la calle Nueva y hay un tráfico ahí de personas no gratas y tenemos muchísimo miedo porque creemos que ahí hay tráfico de droga“, explica una vecina, quien prefiere mantener el anonimato por temor a represalias. “A mí me han llegado a decir que hay hasta 18 personas ahí metidas, pero vivir me parece que viven tres. La Policía viene y no encuentran nada. Somos todo personas mayores, somos viudas, separadas, vivimos solas y tenemos miedo. A partir de las once de la noche es ajetreo de tres en tres, de cuatro en cuatro y lo que haga falta“, añade con evidente preocupación.
La situación ha llegado a un punto insostenible para los residentes, quienes se sienten aterrorizados y desamparados. “No es miedo, es pánico y yo no tengo nada más que ganas de llorar siempre“, confiesa otra vecina, quien ha vivido en la zona durante años y jamás se había enfrentado a una situación similar. “No doy crédito a lo que está sucediendo. Esta casa fue mía durante 45 años hasta que la vendí. Jamás pensé que algo así pudiera ocurrir aquí”, lamenta.
Los vecinos han intentado buscar soluciones por diversos canales, pero hasta ahora se sienten desamparados. Han contactado con la policía, con el ayuntamiento, e incluso han organizado protestas para visibilizar su problema, pero la situación parece no tener una salida clara.
La dificultad para actuar radica en la falta de pruebas contundentes que demuestren la existencia de un narcopiso. Las redadas policiales no han encontrado sustancias ilegales ni indicios suficientes para proceder al desalojo de los inquilinos.
La problemática de los narcopisos es compleja y requiere un enfoque multidisciplinar que aborde las diferentes aristas del problema. Por un lado, se necesita una mayor coordinación entre las fuerzas del orden, los servicios sociales y las instituciones locales para poder identificar y actuar de manera efectiva contra este tipo de viviendas.
Por otro lado, es fundamental trabajar en la prevención, especialmente entre los jóvenes más vulnerables, para evitar que caigan en las redes del narcotráfico y la delincuencia.
Los vecinos de la calle Nueva en Alcorcón no son los únicos que se enfrentan a este tipo de problemas. Muchos otros barrios en toda España sufren las consecuencias de los narcopisos. Es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes y efectivas para combatir esta lacra que tanto daño causa a la sociedad.
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