Paros del 9 al 12 de diciembre exigen un Estatuto Marco propio y mejores condiciones laborales.
España afronta desde este martes una huelga médica de alcance estatal, convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), junto a otras organizaciones de varias comunidades autónomas. La protesta se prolongará durante cuatro días consecutivos, del 9 al 12 de diciembre, en un momento de aumento de la presión asistencial debido al repunte de la gripe y la saturación de centros de salud y servicios de urgencias.
El principal motivo de la movilización es el rechazo al borrador del nuevo Estatuto Marco del Sistema Nacional de Salud (SNS), que el Ministerio de Sanidad negocia desde hace casi tres años. Los sindicatos denuncian que el documento no mejora realmente las condiciones laborales, y reclaman un estatuto propio para los médicos, con garantías sobre la clasificación profesional, la regulación de las guardias y una retribución adecuada. También critican que el borrador no diferencia entre niveles formativos MECES II y MECES III, lo que equipara titulaciones distintas. Por su parte, Sanidad defiende que el texto ofrece un marco común para todo el SNS y que bloquear su aprobación supondría perder una oportunidad de reforma pendiente desde hace veinte años.
Las movilizaciones incluyen marchas en distintas comunidades. En Madrid, la protesta comenzó frente al Congreso de los Diputados y finalizará ante el Ministerio de Sanidad. En Cataluña, los paros se dividen en dos tandas: los días 9 y 10 de diciembre y, posteriormente, el 14 y 15 de enero. Durante la huelga, las comunidades han decretado servicios mínimos que garantizarán la atención en urgencias, unidades de cuidados intensivos, radioterapia, quimioterapia y cirugías críticas, mientras que la atención primaria atenderá solo casos urgentes.
Desde el Sindicato de Médicos Unidos señalaron que las molestias ocasionadas son inevitables: “Un médico quemado es un paciente mal cuidado. Si seguimos así, desapareceremos”, advirtieron a través de sus redes sociales. La huelga refleja la creciente tensión entre los profesionales y la administración sanitaria, y subraya la necesidad de encontrar soluciones que garanticen tanto los derechos de los trabajadores como la calidad de la asistencia para los pacientes.






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