Hoy es el último día en el que los usuarios del transporte público en Madrid podrán subir a metros y autobuses, tanto urbanos como interurbanos, con sus patinetes eléctricos o monociclos. A partir del sábado 4 de noviembre, aquellos viajeros que no cumplan con esta restricción podrán enfrentar la posibilidad de ser expulsados.

La decisión de implementar esta restricción se tomó después de un incidente ocurrido el 17 de octubre en la estación de La Elipa, en Madrid, cuando un patinete eléctrico explotó en un vagón del metro, generando preocupaciones significativas sobre la seguridad.

Este veto plantea un desafío importante en términos de movilidad para las personas que suelen combinar patinetes eléctricos o monociclos con el transporte público en su rutina diaria. Mientras algunos lo ven como una solución para fomentar la movilidad sostenible, también se proponen soluciones como la creación de vagones específicos para estos vehículos con extintores de litio o la prohibición de llevar los patinetes encendidos o cargarlos durante el transporte público.

La principal razón detrás de esta medida es garantizar la seguridad en la red de transporte público de la Comunidad de Madrid. En otras comunidades autónomas como Cataluña, se han adoptado medidas similares, vetando la presencia de estos vehículos de forma indefinida hasta que se pueda verificar completamente su seguridad en el transporte público.

En el programa “Buenos Días Madrid,” se entrevistó a Juan Martos, presidente de la Asociación de Usuarios para la Movilidad Personal, quien expresó su desacuerdo con la prohibición. Martos argumenta que esta medida es desalentadora para los usuarios de estos vehículos, ya que son considerados ligeros, ecológicos y ocupan poco espacio. Propone en su lugar la prohibición de cargar los patinetes durante los trayectos en el transporte público y la posibilidad de llevarlos como antes, incluso en un vagón exclusivo, como se hace en Italia. La discusión sobre la regulación de los patinetes eléctricos en el transporte público continúa en Madrid.