Un exalumno del IES Arquitecto Peridis de Leganés -a raíz de obligar al centro a abrir un protocolo de acoso tras ocho meses de inacción por bullying a dos alumnas– ha anunciado que sufrió trato discriminatorio por parte de la jefa de estudios cuando se declaro trans. Así lo ha contado para el periódico El País.

El chico ha indicado que, el proceso de transición de chica a chico le ocasionó choques con algunos de sus compañeros pero, lo que resulta más difícil de entender, son los encuentros con la jefa de estudios. Fue en Bachillerato cuando comunicó a sus profesores el cambio de nombre. Todos los aceptaron, tacharon el dead name – nombre muerto, es como se conoce al nombre antiguo cuando una persona se declara trans y cambia de nombre- y apuntaron el nuevo. Todos menos la mencionada jefa de estudios.

Tras la negativa de la profesora al acabar la clase, el ya exalumno se presentó en su despacho. Le comunicó que respetase su nuevo nombre pero ella insistió en que hasta que no llevase un papel del registro firmado y sellado no se lo cambiaría. Al día siguiente la docente comenzó a llamarle por su apellido. Nunca antes lo había hecho.

Intervención de compañeros

En ese momento, uno de los compañeros de clase habló con la profesora. En esa conversación le pidió que llamase a su amigo por el nuevo nombre. La profesora le respondió que habría una  junta extraordinaria en la que se debatiría el asunto. Dos semanas más tarde le comenzó a llamar por su nuevo nombre.

El nombre de una persona no puede ser cambiado en el Registro Civil hasta los 18 años. Aún así, la ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, aprobada en 2016, establece que todas las personas transexuales -incluidos los menores de edad- deberán ser tratadas «de conformidad a su identidad de género en los ámbitos públicos y privados» y «ser identificados y acceder a documentación acorde con dicha entidad».

El segundo año

Más allá del nombre, el trato discriminatorio de la profesora se intensificó en Segundo de Bachillerato. El primer caso llegó con las notas finales trimestrales. El alumno obtuvo un seis en sus calificaciones de la materia, cundo todos sus compañeros tenían nueves y dieces. El exalumno indicó que no entendía sus calificaciones, a lo que la profesora le señaló que no entendía su letra. En ese momento el chico le señaló que nunca antes le había referido tal problema.

Este chico había sufrido problemas de bullying durante los primeros cursos del instituto. Algo que la profesora sabía y utilizó en su contra. Nunca se llegó a abrir el protocolo por acoso escolar. Sufrió el acoso de sus compañeros durante cuatro años. Fue en primero de bachillerato cuando el acoso cesó, al decir que era trans.

Injusticias

Cuando llegaron las notas finales, el exalumno obtuvo una grandes calificaciones en las materias. En todas menos en Lengua, la asignatura que desarrollaba la jefa de estudios. Su calificación era de ocho. Pidió la revisión ante el departamento quienes, por unanimidad, le cambiaron la nota a nueve. La profesora había incumplido los criterios de evaluación y calificación que se habían cordado para los alumnos de segundo de Bachillerato.

Beatriz Fernández