RTVE cumple su compromiso previo y abandona el certamen después de que la UER ratificara a Israel en la competición

España no participará en el Festival de Eurovisión 2026 tras la decisión adoptada por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en su 95ª Asamblea General, celebrada en Ginebra. La organización confirmó que Israel continuará en el certamen, rechazando así una nueva votación sobre su presencia pese a las peticiones de varios países miembros. La resolución fue respaldada por una “gran mayoría” de los representantes, según el comunicado oficial difundido por la UER.

El Consejo de Administración de RTVE había acordado en septiembre que España se retiraría del concurso en caso de que Israel fuese admitido, argumentando un “incumplimiento sistemático” de las normas por parte del país y denunciando que su participación contravenía el espíritu del festival. La decisión pone fin a 65 años de presencia ininterrumpida de España en Eurovisión. Además, RTVE tampoco emitirá la final del certamen, prevista para el 16 de mayo en Viena, ni las semifinales de los días 12 y 14.

Tras la asamblea, el presidente de RTVE, José Pablo López, expresó en la red social X que lo ocurrido demuestra que Eurovisión “no es un concurso de canciones, sino un festival condicionado por intereses geopolíticos”. Varios países se sumaron al boicot, entre ellos Islandia, Irlanda, Países Bajos, Bélgica y Eslovenia, después de que no prosperara su solicitud de realizar una votación secreta sobre la participación de Israel. Bélgica, no obstante, ha señalado que confirmará su decisión definitiva en los próximos días.

Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, celebró el respaldo mayoritario de la UER, destacando que la permanencia del país demuestra “solidaridad y cooperación” entre las naciones miembros. Herzog expresó su deseo de que el festival siga siendo un espacio de encuentro cultural internacional y agradeció a los países que apoyaron a Israel en la votación. La controversia ha generado un escenario inédito para Eurovisión, que en 2026 contará con la ausencia de varias delegaciones históricas y un clima marcado por tensiones políticas sin precedentes recientes.