El Gobierno justifica la medida por el aumento de ataques y la preocupación social, mientras organizaciones ecologistas alertan de su impacto
El Gobierno de Eslovaquia ha aprobado una medida para matar al 25% de los osos pardos del país, alegando razones de seguridad pública tras el incremento de avistamientos y ataques a personas en zonas rurales y urbanas. La decisión ha generado un intenso debate nacional e internacional sobre conservación y gestión de fauna silvestre.
Según el Ministerio de Medio Ambiente eslovaco, la medida busca “restablecer el equilibrio entre la población de osos y la seguridad de los ciudadanos”, tras varios incidentes recientes, incluido un ataque en el que un oso hirió a cinco personas. Las autoridades estiman que actualmente hay entre 1.200 y 1.300 osos pardos en Eslovaquia, lo que implica que unos 300 ejemplares serían sacrificados bajo este nuevo plan.
Diversas organizaciones ecologistas, tanto nacionales como europeas, han condenado la decisión. Afirman que no existen pruebas suficientes de que la densidad de osos esté fuera de control, y argumentan que la gestión mediante eliminación selectiva puede provocar desequilibrios en los ecosistemas. También denuncian la falta de consulta con expertos en conservación y reclaman alternativas como mayor inversión en sistemas de prevención y convivencia.
La Comisión Europea ha solicitado más información al Gobierno eslovaco para evaluar si la medida infringe la Directiva Hábitats, que protege al oso pardo como especie en peligro en varias regiones de Europa. Mientras tanto, el debate crece entre quienes defienden el control poblacional por seguridad y quienes apuestan por métodos no letales de gestión. La ejecución de la medida comenzaría en las próximas semanas si no hay intervención legal o diplomática.
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