La estrategia electoral de María Guardiola se ve condicionada por polémicas internas y por la difusión de dudas sobre el voto por correo
La campaña electoral en Extremadura ha entrado en su fase final marcada por una combinación de acusaciones de machismo en el PP regional y por la denuncia pública de un supuesto pucherazo electoral. La presidenta de la Junta y candidata del Partido Popular a la reelección, María Guardiola, había fijado como uno de sus principales objetivos atraer el voto femenino y diferenciarse de la extrema derecha, en un contexto nacional de denuncias por acoso en el PSOE. Sin embargo, la aparición de varios casos que afectan a cargos o personas vinculadas a los populares extremeños ha debilitado ese mensaje y ha alterado la estrategia prevista para los últimos días antes de las elecciones del domingo.
En paralelo a estas informaciones, Guardiola ha reducido notablemente su presencia en actos de campaña, cancelando mítines, entrevistas y su participación en el debate electoral de RTVE, y limitándose a mantener agenda institucional. Desde el lunes solo ha protagonizado un pequeño acto en Manchita (Badajoz), mientras el cierre de campaña se ha planteado en un formato atípico, una zambomba flamenca en un colegio de Badajoz. Este repliegue ha coincidido con la difusión de noticias sobre un robo en una oficina de Correos en Fuente de Cantos, donde fueron sustraídos 14.000 euros y una caja fuerte que contenía 124 votos por correo, posteriormente recuperados y declarados recuperables por Correos y la Guardia Civil.
A pesar de que las fuerzas de seguridad calificaron el suceso como delincuencia común, la dirección del PP, tanto regional como estatal, interpretó el episodio como una amenaza a la limpieza del proceso electoral. Guardiola afirmó en redes sociales que “están robando la democracia”, mientras que el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el secretario general del partido, Miguel Tellado, señalaron al Gobierno por no ofrecer garantías suficientes. Estas declaraciones se enmarcan en una línea discursiva ya utilizada por el PP en anteriores citas electorales cuando los sondeos o la evolución de la campaña no resultaban favorables.
Al mismo tiempo, nuevas informaciones han vuelto a situar el foco en denuncias internas por trato machista y abuso de poder en el PP extremeño, como el caso de una concejala de Navalmoral de la Mata o la vinculación del hasta entonces chófer de Guardiola, condenado por violencia machista. Audios y testimonios publicados en distintos medios apuntan a que la dirección regional conocía estas situaciones y temía su impacto político. Este contexto ha generado un debate sobre la coherencia del discurso feminista defendido por Guardiola durante la campaña y sobre las implicaciones políticas que pueden tener estas polémicas en un escenario electoral que, hasta hace semanas, le era favorable según las encuestas.






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