El Gobierno ha afirmado que la ampliación del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas no generará un incremento en los niveles de ruido ni en las emisiones atmosféricas y de gases de efecto invernadero, manteniéndose dentro de los límites establecidos en la Declaración de Impacto Ambiental vigente. A través de una respuesta parlamentaria, el Ejecutivo asegura que las acciones planificadas por Aena para la ampliación del aeropuerto no incluyen aumentar la capacidad del campo de vuelo, lo que garantizaría la sostenibilidad medioambiental del proyecto.
El Ejecutivo defiende que el proyecto se ha diseñado con criterios de eficiencia y sostenibilidad ambiental, aunque ecologistas discrepan
Sin embargo, diversas organizaciones ecologistas de Madrid discrepan con esta evaluación y argumentan que la ampliación del aeropuerto podría tener un impacto negativo en espacios naturales y poblaciones cercanas. Estas organizaciones, como la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) y Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, advierten que la obra podría resultar en un aumento significativo de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) producidas por la actividad del aeropuerto. Además, el socio minoritario del Gobierno, Sumar, también critica la operación por sus posibles efectos nocivos en términos medioambientales.
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