El desenlace de las elecciones del 23 de junio en España, y la consiguiente investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, o del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quedan pendientes del escrutinio general del voto de los residentes en el extranjero, que comenzó este viernes.
La aritmética política está en juego, ya que los resultados definitivos podrían modificar los escaños obtenidos por cada partido. Hasta el momento, el PP logró 136 diputados, el PSOE 122 y Junts 7, pero estas cifras podrían cambiar tras contabilizar las papeletas de los votantes inscritos en el Censo de Residentes Ausentes en el Extranjero (CERA), que suma alrededor de 2,3 millones de ciudadanos.
Los residentes en el extranjero ejercieron su derecho al voto en número significativo, alcanzando los 233.688 votos en estas elecciones, lo que representa un 10,04% del censo total. En comparación con las elecciones generales de 2019, donde votaron 145.853 residentes en el extranjero (6,85% del censo total), este año la participación fue mayor. Londres fue la ciudad con la participación más alta, alcanzando el 18,8% del censo.
Con estos votos por contar, los bloques políticos de derecha e izquierda, que actualmente suman 171 y 172 escaños, respectivamente, podrían variar. Se estima que el PP podría obtener hasta tres escaños adicionales en Madrid, Girona y Cantabria, siendo el de Madrid el más relevante ya que se lo arrebataría al PSOE.
Estos cambios podrían llevar al bloque de la izquierda y los nacionalistas a contar con 171 escaños, uno menos que el bloque de la derecha, lo que haría indispensable que Junts vote a favor de la investidura de Sánchez, ya que su abstención no sería suficiente.
Diversas combinaciones son posibles, desde un aumento de apoyo para Feijóo hasta un bloque de izquierda fortalecido si el PSOE gana un escaño mediante el voto CERA. También es plausible que se llegue a un empate técnico, lo que implicaría una segunda votación en el Congreso para definir la investidura con mayoría simple.
El escrutinio de los votos del CERA será crucial para definir el futuro político de España, y el reglamento del Congreso se aplicará para resolver cualquier posible empate o situación excepcional que surja durante el proceso de investidura. La interpretación del reglamento será clave para tomar decisiones en situaciones sin precedentes.
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