La Policía Nacional ha arrestado a un hombre por presuntamente rociar con líquido inflamable y prender fuego a tres individuos, quienes sufrieron heridas de diversa consideración. El incidente tuvo lugar en el distrito madrileño de Puente de Vallecas.

Inicialmente, los investigadores contemplaron la posibilidad de que el ataque se debiera a rencillas previas entre las partes involucradas. Sin embargo, han concluido que el detonante más probable fue el trastorno psicológico que padece el detenido.

La agresión ocurrió alrededor de las 21:30 horas del pasado 6 de julio, frente al número 32 de la calle de Aurioles, cuando las tres víctimas, de entre 45 y 50 años, se encontraban sentadas en un banco, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid este miércoles.

De acuerdo con las investigaciones y declaraciones de las víctimas, el agresor se les acercó sorpresivamente, los roció con un líquido inflamable y, utilizando un mechero, les prendió fuego.

El herido más grave presenta quemaduras de segundo grado en el 20 por ciento de su cuerpo, especialmente en la axila, la espalda y el antebrazo izquierdo. Fue ingresado en la unidad de quemados del hospital La Paz.

Los otros dos afectados sufrieron quemaduras más leves y fueron trasladados por el Samur-Protección Civil al hospital Gregorio Marañón. Uno de ellos tiene quemaduras en el 4 por ciento de su cuerpo y el otro en un ojo.

Los primeros en llegar al lugar fueron agentes de la Policía Municipal de Madrid, quienes realizaron las primeras pesquisas y buscaron al sospechoso sin éxito en las inmediaciones.

Una de las víctimas reconoció al agresor como residente del barrio y proporcionó una descripción del mismo. Con esta información, la investigación fue asumida por la Policía Nacional, que también se personó en el lugar para iniciar sus indagaciones.

Se recogió la camiseta del herido más grave para analizarla y determinar el tipo de líquido inflamable utilizado, aunque hasta el momento no se ha obtenido un resultado concluyente. Inicialmente, se especuló con la posibilidad de que fuera gasolina o algún tipo de ácido.

Aunque al principio se pensó que el ataque podría haber sido motivado por una disputa previa, tras el arresto del supuesto agresor el pasado lunes, los agentes creen que el incidente está relacionado con los trastornos psicológicos que padece el detenido.