La tarde/noche del miércoles, la sede central del Partido Popular en Madrid, ubicada en la calle Génova 13, fue escenario de un inesperado desalojo debido a una presunta amenaza de bomba. Agentes de la Policía Nacional y efectivos de seguridad privada respondieron con prontitud ante la situación, evacuando el edificio y estableciendo un cordón de seguridad en la zona. Según informaron fuentes policiales, el desalojo se llevó a cabo siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones, mientras se realizaba una exhaustiva inspección para verificar la veracidad del aviso. Durante varias horas, el tráfico en las calles Génova y Zurbano se vio interrumpido debido al operativo de seguridad en curso.

Tras una minuciosa búsqueda en el interior del edificio, la Policía confirmó que no se encontraron indicios de la presencia de un artefacto explosivo. La llamada recibida fue catalogada como «maliciosa», lo que llevó al levantamiento del cordón de seguridad y al restablecimiento del tráfico en la zona. Durante el proceso de desalojo, los ocupantes del edificio fueron evacuados de manera ordenada y siguiendo estrictos protocolos de seguridad. Se les instruyó a abandonar el lugar por la puerta trasera, mientras que el acceso a la sede del PP fue bloqueado con cinta policial para evitar la aproximación de transeúntes.

Aunque la situación generó momentos de tensión y preocupación, el desenlace fue favorable al confirmarse que se trataba de una falsa alarma. Este incidente subraya la importancia de la vigilancia constante y la rápida respuesta de las autoridades ante posibles amenazas, así como la necesidad de seguir los protocolos de seguridad para garantizar la protección de todos los ciudadanos.