La semana pasada se registraron nuevos incidentes en los servicios de Cercanías Madrid, un problema recurrente que continúa afectando a miles de usuarios y ha generado un notable incremento en las reclamaciones. Renfe, la operadora ferroviaria dependiente del Ministerio de Transportes, ha visto casi duplicarse el número de quejas desde que Pedro Sánchez asumió el liderazgo del Ejecutivo.

El año pasado, los usuarios presentaron 353.665 reclamaciones, un 49% más que las 239.913 registradas en 2022 y un 85% más que las 189.214 contabilizadas en 2019, el primer año completo de Sánchez en el poder. Las demoras y averías diarias han sido las principales causas de estas quejas, afectando tanto a los servicios de Cercanías como a los de larga distancia.

Según Renfe, uno de cada cuatro trenes AVE y de larga distancia llegó a su destino con retrasos de entre 1 y 60 minutos el año pasado, un aumento respecto al 19,45% del año anterior y al 14,16% en 2019. Además, las demoras superiores a dos horas se han duplicado, representando el 0,60% de los trayectos en 2023, frente al 0,30% de 2019.

Mientras tanto, el ministro de Transportes permanece de vacaciones, dejando a Renfe y al Gobierno tratando de mitigar la creciente insatisfacción entre los usuarios afectados por este deterioro en el servicio ferroviario.