El Ayuntamiento de Móstoles, a través de la Concejalía de Mejora y Mantenimiento de los Espacios Públicos, ha iniciado el tratamiento temprano para evitar la proliferación de la oruga procesionaria, que ataca principalmente a pinos y cedros en la época de primavera.
Durante la campaña, se tratarán cerca de 3.000 ejemplares de pino y cedro ubicados en suelo público de la localidad, concretamente en colegios, parques públicos y arbolado viario, aunque puede extenderse a comunidades de propietarios.
Para eliminar las larvas se utiliza la endoterapia, un tratamiento más ecológico y menos dañino para el medioambiente, que consiste en la inyección de productos insecticidas directamente a los árboles, de manera que afecta solo a los insectos de estos árboles y no al resto de la fauna, ni a la población ni a las mascotas.
«Este tratamiento temprano ayuda a reducir la población de procesionaria y por tanto las molestias y riesgos que causa este insecto, muy tóxico para seres humanos y mascotas», insisten desde el Consistorio, donde recuerdan que en las comunidades de vecinos, también es necesario realizar estos tratamientos.
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