Los residentes de Móstoles y Alcorcón denuncian atascos, servicios reducidos y falta de soluciones adecuadas.
El plan de movilidad implementado por las obras de soterramiento de la A-5 ha generado una creciente indignación entre los vecinos de localidades como Móstoles y Alcorcón, quienes denuncian la falta de medidas efectivas para garantizar un tránsito fluido y un transporte público adecuado. A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento de Madrid y la Consejería de Transportes, las quejas han aumentado exponencialmente.
La estación de Cuatro Vientos se ha convertido en un punto crítico, donde los usuarios de los autobuses interurbanos se enfrentan a largas esperas, falta de infraestructura y accesibilidad insuficiente. Asociaciones vecinales, como Vecinos Unidos por el PAU-4, han iniciado una recogida de firmas para exigir soluciones urgentes, incluyendo la implementación de lanzaderas directas a Príncipe Pío y la creación de nuevos aparcamientos disuasorios.
Uno de los principales problemas señalados es la improvisación en la habilitación de un intercambiador de autobuses en Cuatro Vientos, donde las paradas carecen de condiciones adecuadas para la afluencia de pasajeros. Además, los vecinos critican la insuficiencia del carril bus, que está generando más atascos en la zona en lugar de mejorar la circulación.
Ante esta situación, los afectados exigen descuentos en el transporte público, mayor frecuencia en las líneas de autobuses y metros afectados, así como la reconsideración del plan para garantizar una movilidad eficiente y justa durante el tiempo que duren las obras en la A-5.
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