Los sindicatos de la educación en la Comunidad de Madrid han rechazado la propuesta del consejero de Educación, Emilio Viciana, para reducir las horas lectivas del profesorado de Secundaria, Formación Profesional y Régimen Especial en el curso 2026/27. Esta decisión ha llevado a la convocatoria de huelga en el sector educativo para los días 8 y 21 de mayo, como parte de un calendario de movilizaciones acordado por CC.OO, ANPE, CSIF y UGT.

La oferta de la Consejería de Educación consistía en reducir las horas lectivas de 20 a 19 horas semanales como un primer paso hacia una disminución general de las horas en toda la educación madrileña a lo largo de la legislatura. Sin embargo, los sindicatos consideraron esta propuesta como insuficiente y demandaron una reducción más drástica, pasando de 20 a 18 horas lectivas de manera progresiva.

El consejero Viciana justificó la propuesta argumentando la complicada situación económica nacional e internacional, junto con la ausencia de Presupuestos Generales del Estado y de entregas a cuenta a las comunidades autónomas por parte del Gobierno central. Además, manifestó la voluntad de revisar la propuesta en caso de mejora económica.

Los sindicatos criticaron duramente esta oferta, calificándola de “insultante” y acusando al Gobierno regional de despreciar al profesorado madrileño y de romper unilateralmente la negociación. Esta situación ha generado tensiones significativas y la amenaza de ampliar las movilizaciones si no se revierte la situación.

Entre las demandas de los sindicatos se incluyen no solo la reducción de horas lectivas, sino también la equiparación salarial con el resto de comunidades autónomas, la disminución de las ratios, la dotación de los recursos necesarios para la atención a la diversidad, y un plan para reducir la burocracia en el ámbito educativo.

A pesar de los esfuerzos de la Consejería por resaltar mejoras salariales y reducciones de ratios en otras áreas, los sindicatos siguen firmes en sus reclamaciones y advierten sobre una posible ampliación del calendario de movilizaciones si no se atienden sus demandas.

Esta situación refleja el malestar y la preocupación dentro del sector educativo madrileño, donde los profesores y maestros buscan garantizar condiciones laborales justas y una educación pública de calidad para todos los estudiantes.