El Tribunal Supremo decidirá en febrero si puede continuar en el cargo o si la Federación enfrentará otro vacío de poder.

Rafael Louzán ha sido elegido como nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras obtener 90 votos frente a los 43 de Salvador Gomar, en unas elecciones marcadas por la polémica. Louzán, ex presidente de la Diputación de Pontevedra con el PP, cuenta con una condena por prevaricación y una inhabilitación pendiente de ratificación por el Tribunal Supremo, prevista para febrero de 2025.

El nuevo dirigente asume el liderazgo en un momento crítico para la Federación, con la organización del Mundial 2030 como prioridad inmediata. Su elección ha sido respaldada por destacados líderes del fútbol español, como Javier Tebas, presidente de La Liga, quien influyó en el resultado final. Sin embargo, esta elección ha generado preocupación por el impacto en la imagen pública de la institución y la transparencia en su gestión.

La condena a Louzán por prevaricación derivó de un pago indebido de 86.311 euros durante su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra. Aunque recurrió la sentencia, su inhabilitación sigue pendiente. Si el Supremo la confirma, la Federación enfrentará otro vacío de poder, sumándose a la reciente crisis institucional tras la dimisión de Luis Rubiales y la inhabilitación de Pedro Rocha.

El Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), había intentado impedir su candidatura por considerar que su elección deteriora la imagen de la Federación. A pesar de esto, Louzán deberá ahora decidir si mantiene a los equipos vinculados al rubialismo o inicia una renovación para restaurar la credibilidad de la RFEF.