Las intensas lluvias elevan el caudal y ponen en riesgo cultivos y tierras de labor
Las fuertes lluvias de los últimos días han puesto en alerta a los agricultores y ganaderos de la región, especialmente a aquellos situados en las inmediaciones del río Tajuña. La crecida del caudal ha llevado la corriente hasta la orilla, situándola a tan solo doce centímetros de un posible desbordamiento. La incertidumbre crece ante la posibilidad de que el temporal continúe o que se libere más agua desde la presa.
Julio, un agricultor afectado, observa con preocupación la evolución del río desde su finca. “Estas tierras son prados donde tengo a mis animales, pero el verdadero problema es que si el agua inunda mis tierras de labor, perderé todo lo que tengo sembrado”, explica. Además, advierte que no solo se trata de pérdidas inmediatas, sino que también podría verse afectada la próxima temporada de siembra, lo que supondría un grave impacto económico.
El aumento del caudal se debe tanto a las lluvias como a la acumulación de maleza, ramas y basura, que obstruyen el curso natural del agua y generan tapones que elevan su nivel. “El agua baja con cuatro veces más fuerza de lo habitual, arrastrando todo a su paso”, detalla Julio, quien teme que la situación empeore si las precipitaciones no cesan o si las autoridades no toman medidas urgentes para limpiar y mantener el cauce del río.
Ante este panorama, los agricultores y ganaderos de la zona exigen una pronta intervención para evitar consecuencias devastadoras. La combinación de lluvias persistentes y la falta de mantenimiento del cauce amenaza sus medios de vida. Mientras tanto, permanecen en alerta constante, esperando que las condiciones meteorológicas mejoren y que se implementen soluciones antes de que el desastre sea irreversible.
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