El tan esperado debut de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu ha sido un rotundo éxito entre sus fervientes seguidores, sin embargo, ha desencadenado una controversia que resuena más allá de los límites del recinto debido al nivel de ruido que ha incomodado a los vecinos.
Previo al evento, una medición reveló que el sonido rebasaba los límites permitidos por la ordenanza municipal de Madrid, alcanzando los 76.8 decibelios, y durante el concierto, esta cifra se elevó incluso por encima de los 90 decibelios. Según la normativa, en áreas con usos recreativos y espectáculos, como el Santiago Bernabéu, se permiten 63 decibelios durante el día y la tarde, y 53 decibelios durante la noche.
Vecinos como Elena, quien reside cerca del estadio, han expresado su creciente preocupación por el constante ruido, especialmente durante las horas de descanso nocturno. En respuesta a estas quejas, el Ayuntamiento de Madrid ha anunciado su firme determinación de aplicar multas a los organizadores de eventos que excedan los niveles de ruido permitidos. Estas sanciones oscilan entre los 600 euros y los 300.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Esta medida busca asegurar el acatamiento de la legislación vigente y salvaguardar el bienestar de los residentes en las áreas circundantes al estadio, subrayando la importancia de un equilibrio entre el disfrute de los eventos y el respeto por la calidad de vida de la comunidad local.
Concierto de Taylor Swift gratis para @RuidoBernabeu, que envidia. pic.twitter.com/91jJgPdiX9
— MT2 (@madrid_total2) May 29, 2024
La presencia de artistas internacionales como Taylor Swift en el Santiago Bernabéu es motivo de alegría para los fanáticos de la música, pero también plantea desafíos en términos de gestión de eventos y su impacto en el entorno urbano. Este episodio ha generado un debate sobre la necesidad de encontrar soluciones que permitan conciliar el derecho al entretenimiento con el derecho al descanso y la tranquilidad de los residentes.
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