El presidente anuncia una auditoría externa del PSOE y la reestructuración de su ejecutiva tras la dimisión de Santos Cerdán

Pedro Sánchez ha pedido disculpas públicas por haber confiado en Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, implicado en un informe de la UCO por supuestos casos de corrupción y amaño de primarias. En rueda de prensa, el presidente del Gobierno ha reconocido su “profunda decepción”, aunque ha descartado dimitir, convocar elecciones anticipadas o emprender una crisis de Gobierno. “La legislatura terminará en 2027”, ha afirmado con rotundidad.

Cerdán presentó su dimisión tras reunirse con Sánchez, quien aseguró haberle exigido la renuncia al conocer el contenido del informe. El documento apunta a su implicación en pagos irregulares por más de 600.000 euros y su supuesta participación en la alteración de procesos internos del partido. Sánchez ha subrayado que, aunque el daño a la imagen del PSOE es considerable, “la respuesta será contundente”.

Para afrontar la situación, Sánchez ha anunciado que el próximo 4 de julio impulsará una reestructuración de la Comisión Ejecutiva Federal del partido, así como la contratación de una auditoría externa de las cuentas del PSOE. Ha defendido que la Secretaría de Organización es un cargo “clave” dentro del partido y ha prometido reforzar los mecanismos internos de control y transparencia.

El líder del Ejecutivo también ha defendido la limpieza de las primarias del PSOE en las que fue elegido candidato, minimizando las posibles irregularidades a “dos votos” dentro de una organización con más de 130.000 militantes. En su mensaje, ha insistido en que el escándalo “no afecta al Gobierno” y que su proyecto político “seguirá adelante”. Mientras tanto, desde la oposición, Alberto Núñez Feijóo calificó el escándalo como “el caso Sánchez” y advirtió a los socios del Ejecutivo que podrían pasar a ser “cómplices” si no actúan.