Los cambios se producen tras la salida de Pilar Alegría para concurrir como candidata del PSOE a las elecciones en Aragón

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado una declaración institucional para anunciar una reorganización parcial del Ejecutivo, en la que ha confirmado el nombramiento de Elma Saiz como nueva portavoz del Gobierno y de Milagros Tolón como nueva ministra de Educación y Deportes. Estos cambios se producen tras la decisión de Pilar Alegría de abandonar el Ejecutivo para presentarse como candidata del PSOE a las próximas elecciones autonómicas en Aragón, previstas para el 8 de febrero.

Sánchez ya había adelantado la semana pasada, durante un encuentro informal con periodistas en la tradicional copa de Navidad celebrada en La Moncloa, que la nueva portavoz del Ejecutivo sería una mujer. El presidente explicó entonces que el nombramiento se haría público 24 horas antes del último Consejo de Ministros previo a las vacaciones navideñas, cumpliendo así con el calendario previsto por el Gobierno.

La ministra de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, Elma Saiz, asumirá a partir de ahora también la función de portavoz del Gobierno, compatibilizando ambos cargos. Con este nombramiento, Saiz se convierte en la quinta portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez desde 2018. Antes que ella desempeñaron esta función Isabel Celáa (2018-2020), María Jesús Montero (2020-2021), Isabel Rodríguez (2021-2023) y Pilar Alegría, quien deja el cargo para centrarse en su candidatura electoral en Aragón.

En paralelo, el presidente ha anunciado que Milagros Tolón, hasta ahora delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, será la nueva ministra de Educación y Deportes. Durante su intervención, Sánchez ha destacado la labor de Pilar Alegría al frente del ministerio, afirmando que deja “una hoja de servicios sobresaliente” y subrayando su papel en el mayor esfuerzo inversor en educación y en la garantía de la igualdad de oportunidades. Asimismo, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que solo acometerá los cambios imprescindibles en el Gobierno, limitados a aquellos ministros que concurren como candidatos electorales, pese a las peticiones iniciales de una remodelación más amplia planteadas desde otros sectores del Ejecutivo.