Las obras que cubrirán la M-30 afectarán a una decena de chabolas habitadas por familias que sobreviven limpiando parabrisas

El proyecto de cobertura de la M-30 en el Puente de Ventas, que busca unir los distritos de Ciudad Lineal y Salamanca, traerá consigo la eliminación de cerca de una decena de infraviviendas ubicadas en el lateral de la calzada. Estas chabolas, construidas con materiales improvisados como tablones de madera, uralita y mantas, han sido el hogar de varias familias, algunas de ellas con niños pequeños. Las familias sobreviven limpiando parabrisas de los conductores que circulan por el cruce con la calle de Alcalá.

A pesar de las condiciones precarias en las que viven, estas personas logran reunir algo de dinero, parte del cual es enviado a su país de origen, Rumanía. Las chabolas, que se han mantenido en pie durante años, serán desmanteladas como parte de los trabajos que cubrirán el tramo de la M-30 y conectarán las dos zonas urbanas. Este es un proyecto clave para mejorar la movilidad en la ciudad, pero también ha generado controversia debido a las consecuencias para los residentes en situación de vulnerabilidad.

El Ayuntamiento de Madrid ha afirmado que, aunque las obras afectarán a estas familias, se ofrecerá ayuda para facilitar su realojo. Aseguran que las tareas de desalojo se realizarán de forma gradual y acompasada con el proceso de realojo, con el objetivo de minimizar las dificultades que puedan enfrentar los afectados. La cobertura de la M-30 también incluye una gran plataforma que cubrirá la Quinta de Fuente del Berro, lo que proporcionará un espacio público adicional y aliviará el tráfico en esta zona de la ciudad.

El proyecto ha generado una mezcla de opiniones. Si bien algunos lo ven como un avance para mejorar la infraestructura y la calidad de vida en el área, otros critican la falta de soluciones a largo plazo para los habitantes de las infraviviendas. Sin embargo, el Ayuntamiento insiste en que las medidas adoptadas son las más adecuadas para resolver la situación de los residentes y hacer frente a las quejas vecinales por el proyecto.