La Audiencia Provincial de Valladolid celebra esta semana un nuevo juicio por la estafa de jamones de casi medio millón de euros que a través de la sociedad limitada Dismarianga padeció hace una década una empresa de Leganés junto a otros negocios de toda España, la mayoría de productos cárnicos.
El presente proceso judicial ha atravesado numerosos obstáculos, ya que otros dos de los implicados, Antonio Mariano .H. y José Javier C.G, ya pactaron en su día sus respectivas condenas de dos años de cárcel, mientras que el empresario murciano y “cerebro” de la trama, José A.N, y su testaferro, Diego L.G, en otro juicio posterior, fueron condenados el pasado mes de junio a penas de dos años y un año y cuatro meses de cárcel, respectivamente.
El tercer juicio que se celebra ahora se dirige contra el hijo del citado empresario, Julián A.T, quien había permanecido en paradero desconocido y que se expone a una condena de seis años y medio de privación de libertad, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
A los cuatro ya condenados y al quinto que queda por responder de los mismos hechos se les imputan un delito continuado de estafa y otro de pertenencia a grupo criminal por concertarse para a través de la mercantil Dismarianga SLU, con sede en Valladolid, adquirir mercancías, en su mayoría de productos cárnicos y lácteos, sin abonar el importe de los pedidos.
Si bien en un principio abonaban los pedidos iniciales, para así ganarse la confianza de sus víctimas, a posteriori realizaban pedidos mucho más cuantiosos y una vez recibida la mercancía simulaban el abono mediante pagarés los cuales, llegado su vencimiento, eran devueltos por los bancos por falta de fondos.
Mediante este procedimiento, a lo largo de 2011, realizaron numerosos pedidos de mercancía a empresas radicadas en distintos puntos de España, desde Valladolid, Lugo, Leganés, Madrid, Barcelona, Guijuelo (Salamanca), Girona, Badajoz y Segovia, de las que obtuvieron genero por importe global de 446.196 euros que no abonaron.
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