La DGT implementa un nuevo sistema para reducir accidentes en carreteras de alto riesgo

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a introducir en diversas carreteras de España una nueva señalización vial: la línea continua roja. Su objetivo es reforzar la seguridad en tramos de alto riesgo y reducir la siniestralidad en aquellas zonas donde los adelantamientos indebidos han sido una de las principales causas de accidentes.

Este nuevo distintivo es una línea roja pintada sobre el asfalto que complementa a la tradicional línea continua blanca. Su propósito es alertar a los conductores de que circulan por un tramo especialmente peligroso donde está totalmente prohibido adelantar. La DGT espera que el uso de este color llamativo incremente la percepción del peligro y disuada a los conductores de realizar maniobras arriesgadas.

Las primeras pruebas de esta medida se están llevando a cabo en carreteras convencionales con un alto índice de accidentes, como la A-355 en Coín, Málaga. Estos tramos han sido seleccionados a partir de estudios de siniestralidad y del análisis del comportamiento de los conductores. Según el Real Automóvil Club de España, cualquier línea continua, independientemente de su color, implica la prohibición de adelantar y su incumplimiento conlleva multas de hasta 400 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir.

La implementación de la línea continua roja forma parte de un conjunto de acciones que la DGT está llevando a cabo para mejorar la seguridad vial. Entre estas medidas se incluyen la instalación de radares de tramo, campañas de concienciación y un aumento de la vigilancia en carreteras secundarias, donde ocurre el mayor número de accidentes graves. Experiencias en otros países europeos han demostrado que el uso de colores llamativos en la señalización puede contribuir significativamente a la reducción de siniestros. En los próximos meses, la DGT evaluará su eficacia en España y determinará si su uso se amplía a más carreteras del país.