Los residentes de la urbanización Soho, en Leganés, han decidido alzar su voz y protestar contra la ocupación ilegal que ha venido afectando su comunidad. Esta manifestación surge como expresión de la frustración acumulada durante el último año, período en el cual han debido lidiar con la ocupación de 20 de las 300 viviendas que conforman el complejo residencial.
Uno de los ocupantes de estas viviendas, al ser abordado, compartió su perspectiva sobre la situación, explicando que se vieron obligados a ocupar debido a la falta de alternativas habitacionales y que, para ello, desembolsaron la suma de 1.500 euros como pago por el acceso a la vivienda.
Sin embargo, la percepción de los vecinos de la urbanización difiere notablemente. Según su testimonio, si bien algunos de los ocupantes no generan conflictos, otros han demostrado ser violentos, ocasionando tensiones y problemas dentro de la comunidad. Esta situación ha dejado sus huellas en las propiedades ocupadas, con puertas dañadas y deterioro evidente en las áreas comunes, como la entrada al estacionamiento de la urbanización.
A pesar de la justificación dada por uno de los ocupantes, los vecinos se mantienen preocupados y exigen una solución a las autoridades pertinentes. La convivencia pacífica y la seguridad en su hogar son derechos fundamentales que buscan preservar, y la ocupación ilegal representa una amenaza directa a estos principios.
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