El Ayuntamiento de Aranjuez ha comunicado al centenar de vecinos afectados por el socavón próximo a sus casas que podrán seguir en sus viviendas. Esta noticia ha llegado como un alivio para los residentes de los edificios de alquiler, propiedad de Licata Residential S.L., quienes habían mostrado su preocupación debido a las recomendaciones de evacuación emitidas por la empresa propietaria.
Los vecinos de los bloques de Calle Cáceres 6 y 8 recibieron por parte del fondo propietario de los inmuebles un escrito que indicaba la conveniencia de que abandonaran sus casas. Ante esta situación, los inquilinos solicitaron al Ayuntamiento un protocolo de desalojo y la posibilidad de ser realojados en viviendas municipales. La incertidumbre y el temor se hicieron evidentes entre los residentes, quienes temían un desalojo inminente debido al historial del socavón.
Sin embargo, desde el Consistorio han afirmado que los informes técnicos no indican que sea necesario evacuar a los inquilinos, unas 24 familias de los bloques 6 y 8 de la calle Cáceres. Los técnicos municipales han llevado a cabo múltiples evaluaciones del terreno y han concluido que no existe un riesgo inminente que justifique la evacuación. Esto ha proporcionado un respiro a los vecinos, que se habían mostrado escépticos debido a experiencias pasadas.
Los vecinos recuerdan que en noviembre, tras abrirse el socavón, se dijo que no había riesgo y luego tuvieron que marcharse de sus casas en 48 horas. Este episodio aumentó la desconfianza y la ansiedad entre los residentes, quienes ahora exigen una mayor transparencia y prontitud en las decisiones relacionadas con su seguridad y bienestar.
El Ayuntamiento de Aranjuez ha asegurado haber contratado estudios adicionales para determinar si procede un relleno adicional de este fallo del terreno o si son necesarias más pruebas. Estos estudios están siendo realizados por expertos en geotecnia, quienes analizarán la estabilidad del terreno y propondrán soluciones definitivas para evitar futuros problemas.
Mientras tanto, los residentes pueden quedarse en sus hogares, a la espera de resultados más concluyentes sobre la seguridad del terreno. Las autoridades locales han prometido mantener una comunicación constante con los vecinos, informándoles de cualquier cambio en la situación y asegurando que todas las decisiones se tomarán en base a criterios técnicos rigurosos.
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