La vigilancia en la Playa Virgen de la Nueva ha evitado decenas de incidentes gracias a la prevención activa
Con la llegada del verano y el aumento de temperaturas, cientos de madrileños se desplazan a espacios naturales como el Pantano de San Juan para refrescarse. En este entorno, la Playa Virgen de la Nueva, uno de los pocos enclaves de “playa” reconocida de Madrid, cuenta con la presencia permanente de socorristas de Cruz Roja, encargados de velar por la seguridad de los bañistas.
Hasta la fecha, durante este verano, los profesionales desplegados en esta zona han llevado a cabo un total de 78 intervenciones, de las cuales 53 han sido sanitarias (por cortes, mareos o insolaciones) y 25 rescates en el agua. Estas actuaciones demuestran la importancia de contar con personal formado y preparado, especialmente en zonas con gran afluencia de visitantes y riesgo acuático.
Pero el trabajo de los socorristas no se limita solo a actuar en emergencias. Según Cruz Roja, han desarrollado más de 3.200 medidas preventivas, que van desde informar sobre zonas seguras para el baño hasta advertencias por cambios meteorológicos o aglomeraciones. Esta labor de prevención resulta crucial, ya que la mayoría de accidentes se pueden evitar si se siguen las recomendaciones básicas de seguridad.
Desde la entidad recuerdan que las horas más críticas para los menores de 4 años en piscinas y entornos acuáticos suelen ser las de media tarde, y apelan a la vigilancia constante por parte de los adultos. Además, animan a la ciudadanía a informarse sobre cómo actuar ante un ahogamiento y destacan la importancia de conocer maniobras básicas de primeros auxilios.
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