En lo que va del año 2024, 33 personas han perdido la vida en sus puestos de trabajo en la Comunidad de Madrid, lo que ha generado una preocupación creciente entre los sindicatos UGT y CC.OO.

Ante esta alarmante cifra, ambos sindicatos han convocado una concentración de protesta en la emblemática plaza de Cibeles para exigir medidas urgentes que frenen este repunte de accidentes laborales.

Durante la manifestación, la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT Madrid, Leticia Fernández, ha destacado la necesidad de aumentar el número de inspectores de trabajo en la región. Según Fernández, el déficit de inspectores es especialmente grave en las subcontratas, donde se concentran la mayoría de los siniestros laborales debido a la falta de control preventivo.

⚫️ 33 trabajadores han perdido la vida en lo que llevamos de año.

No más muertes en el trabajo
Desde @slaboralugtmad manifestamos todo nuestro apoyo y solidaridad a las familias y lamentamos todos y cada uno de los fallecimientos laborales. pic.twitter.com/bBN0L2kRZG

— UGT Madrid (@UGTMadrid) May 31, 2024

“Tenemos una falta casi del doble de inspectores que tendría que corresponder con los que tenemos actualmente”, ha afirmado la representante sindical, subrayando la urgencia de reforzar la inspección laboral para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Por su parte, la Secretaría de Salud Laboral de CC.OO. Madrid, Ana Belén Casado Peña, ha enfatizado la necesidad de adoptar “medidas reales” que protejan la vida de los trabajadores. Casado Peña ha instado a las autoridades a implementar un mayor control y seguimiento de las medidas preventivas en las empresas, así como una integración efectiva de dichas medidas y una mayor condena por parte de los jueces ante incumplimientos graves.

Los sindicatos han hecho un llamamiento conjunto a la Administración pública para que actúe de manera inmediata y contundente en la protección de la salud y seguridad laboral de los trabajadores. En un momento en el que los accidentes laborales se cobran vidas de manera alarmante, la sociedad civil y las instituciones deben unir esfuerzos para garantizar un entorno laboral seguro y saludable para todos.