El endurecimiento del régimen sancionador implementado por el Ayuntamiento de Madrid desde abril ha provocado que cerca de 500 viviendas de uso turístico (VUT) dejen de operar en la capital. Según ha informado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, las multas disuasorias, que pueden llegar hasta los 190.000 euros, han sido clave para que estos pisos regresen al mercado residencial.
El Ayuntamiento ha intensificado las sanciones desde abril, con multas que pueden alcanzar los 190.000 euros, lo que ha llevado a muchos propietarios a retirar sus viviendas del mercado turístico
En los últimos cuatro meses, el Ayuntamiento ha impuesto más de cien multas de 30.000 euros y una decena de 60.000 euros a propietarios de VUT que operaban sin licencia. Ante el impacto de estas medidas, Carabante anticipa que el número de cierres de viviendas turísticas ilegales seguirá en aumento.
El Consistorio también ha paralizado la concesión de nuevas licencias y ha incrementado el número de inspectores para combatir la ilegalidad en este sector, que ha experimentado un crecimiento del 41% desde 2017. Actualmente, solo el 7,4% de las 13.502 VUT en Madrid operan con licencia.
El Ayuntamiento planea presentar en septiembre una nueva normativa que regulará estas viviendas, con el objetivo de concentrar la actividad turística en edificios exclusivos y evitar la desertización del centro de la ciudad. Esta regulación buscará equilibrar el desarrollo turístico con la preservación del tejido residencial y comercial de Madrid.
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