El Tribunal Supremo ha validado la decisión de la Guardia Civil de separar del servicio a un cabo condenado por difundir mensajes xenófobos en redes sociales. La sentencia afirma que su comportamiento es “radicalmente incompatible” con los valores de decoro y honradez que deben caracterizar a todo miembro de la Benemérita.

El agente aceptó una condena de 15 meses de cárcel por difundir información falsa en Twitter, atribuyendo a un menor inmigrante no acompañado una agresión que realmente ocurrió en China. Su perfil en redes sociales evidenciaba una clara inclinación xenófoba, con publicaciones que denotaban aversión hacia los inmigrantes marroquíes, especialmente hacia los menores no acompañados.

La Audiencia Provincial de Barcelona lo declaró culpable de un delito de odio en 2022, pero la condena no implicó su ingreso en prisión. Sin embargo, la Guardia Civil procedió con su expulsión por considerar que su conducta constituía una falta muy grave y era incompatible con el servicio.

El Tribunal Supremo respalda esta decisión, argumentando que la labor de un cabo primero en la Guardia Civil impone responsabilidades que van más allá del ámbito profesional y que la conducta del agente socava la imagen y la labor del cuerpo al que pertenecía.

Este caso marca un precedente importante en la lucha contra la difusión de odio y desinformación en redes sociales, reafirmando la responsabilidad de los agentes de seguridad de mantener un comportamiento ético y respetuoso en todo momento.