La (in)utilidad de la filosofía: su valor más allá del mercado

Nov 21, 2024 | Cultura y Ocio

La utilidad de la filosofía no es tangible, pero esta puede ayudar a conocernos mejor, a hacer mejores preguntas, a desarrollar nuestro pensamiento crítico…

¿Para qué sirve saber hacer un análisis sintáctico? ¿Qué sentido tiene aprender a resolver integrales? ¿De qué vale saber tocar la flauta? Estas son preguntas que, tarde o temprano, la mayoría de los estudiantes se plantean. Las asignaturas del currículo escolar —desde primaria hasta secundaria— son objeto de constante escrutinio por parte de los propios alumnos, que cuestionan la utilidad “futura” de lo que aprenden.

Quienes tienen clara su vocación por la literatura, ven innecesario el sufrimiento que viven en las clases de matemáticas, al igual que quienes están convencidos de que su futuro está en las ciencias subestiman las asignaturas de letras o más artísticas. Este debate, inherente a casi todas las áreas de conocimiento, se acentúa especialmente en torno a ciertas asignaturas. Entre ellas, pocas generan tantas dudas sobre su relevancia práctica como la filosofía.

En una época en la que la educación está más enfocada a la empleabilidad que nunca, la enseñanza de esta materia suele encontrar rechazo bajo la idea de que sus horas lectivas se podrían destinar a asignaturas que la sociedad considera más relevantes y prácticas para un futuro empleo. 

Como explica el doctor en filosofía Alberto Cuauthémoc Mayorga Madrigal, el cuestionamiento que sufre la filosofía o los filósofos no lo sufren otras profesiones: “El médico ayuda a curar enfermedades, el ingeniero construye puentes resistentes, el abogado ayuda a impartir justicia”… mientras que el trabajo o la aportación de la filosofía a la sociedad es mucho más abstracta, y sobre todo, su contribución no es material ni económica. 

La filosofía “no produce”

“Es de sobra conocida la necesidad de la filosofía por justificar su actividad ante el resto de la sociedad”, según asegura José Manuel Moreno Giménez, filósofo y profesor. Añade cómo esta justificación se debe a que se trata de una disciplina que “no produce, en el sentido material de la palabra, nada”. De hecho, señala cómo “son muchos los que han tachado a esta actividad de ociosa y/o inútil”. 

El significado de utilidad que normalmente manejamos en la actualidad va muy ligado a la concepción que se tiene desde el mundo tecnológico. Consideramos útil aquello que “genere patente, que pueda sacar empresas adelante o que pueda dar beneficios en términos económicos y cuantitativos”. Estas son cualidades que no se pueden aplicar a la filosofía, según señala a LGN Medios Claudia Fernández, profesora ayudante doctora del departamento de filosofía de la Universidad de Málaga especializada en Filosofía de la Lógica.

Se valoran más “las actividades que producen frente a las actividades contemplativas”, asegura José Manuel Moreno Giménez. Los oficios que producen o crean cosas tangibles y “útiles”, como medicamentos o coches, son más apreciadas que las ideas filosóficas y la reflexión, que no tienen un impacto inmediato o visible. José Carlos Ruiz, filósofo y escritor, coincide; en su libro ‘El arte de pensar’ denuncia cómo “se ha impuesto la dictadura de la acción frente a la reflexión”. 

Por su parte, Nerea Blanco, filósofa y divulgadora de la plataforma Filósofers, está de acuerdo en que hoy en día el significado de utilidad va muy unido al valor en el mercado. “Cuando piensas que algo es útil piensas en algo eficaz, como puede ser un medicamento”, que te tomas para ayudarte con un dolor, y en ocasiones “se espera que la filosofía funcione prácticamente así”, cuando esto no ocurre. 

¿Útil o valiosa?

La filosofía es útil en cuestiones que no van a reportar un beneficio económico, sino un beneficio personal —sin caer en pensar que la filosofía nos va a servir de psicólogo y nos va  ayudar a encontrar una solución mágica a los problemas—, según explica Nerea Blano. Por su parte, José Manuel Moreno Giménez lo tiene claro: “Bajo el paradigma de los mercados, no es útil aquello que no produzca un beneficio económico, y la Filosofía es rechazada por inútil”. 

La utilidad de la filosofía no es tangible, pero, según Claudia Fernández, puede “ayudar a conocernos mejor, a hacer mejores preguntas, a poder ampliar las perspectivas de cara a afrontar cualquier tipo de problema…”. 

“La filosofía no va a morir”. Nerea Blanco filósofa que participará este próximo 23 de noviembre en el Festival Soplo de Letras lo tiene claro. Esta filósofa tiene la sensación de que “el mundo se está poniendo muy complicado”, y cuanto más complicadas están las cosas, “más filosofía se busca”. “La gente va buscando respuestas”, asegura, y esto ha hecho que estemos viviendo un auge de la divulgación filosófica (que también se materializa en publicaciones y ensayos). 

Aunque se suele hablar de la filosofía como algo de utilidad intangible, Blanco argumenta que puede tener un impacto concreto en nuestra vida cotidiana. La filosofía ayuda a desarrollar el pensamiento crítico, lo que nos permite tomar mejores decisiones; funciona como una brújula vital, fomentando la capacidad de cuestionar y analizar el entorno; y ofrece herramientas prácticas para enfrentar los desafíos de la vida. Lo corrobora también José Manuel Moreno Giménez en un trabajo publicado por la Universitat de les Illes Balears, donde defiende cómo “la utilidad de la filosofía va más allá de lo puramente económico o material”, ya que consigue hacernos crecer como personas, al mismo tiempo que “nos enseña a pensar libremente, a ponernos en el lugar del otro, nos prepara para la vida y nos prepara para la muerte”. 

¿Debemos buscar la utilidad de la filosofía?

Filósofos y filósofas tienen argumentos de sobra para defender el valor, pero sobre todo la necesidad de incluir la filosofía en las escuelas y en nuestras vidas. Sin embargo, ¿deberíamos estar buscando su utilidad? ¿La necesitamos realmente para considerarla una disciplina valiosa? Eduardo Infante, profesor de filosofía con más de 20 años de experiencia y autor del best-seller ‘Filosofía en la calle’, cree que no. 

El filósofo señala una clara diferencia entre utilidad y valor, asegurando que “todo saber que te enseñe a ser un producto competente de una mercancía es útil”, mientras que “todo saber que te ayude a entender el mundo en el que vives, te facilite disfrutar de la vida y te acerque de algún modo al bien, a la belleza o a la verdad es, indudablemente, valioso”. 

Por ello, el filósofo sostiene que la filosofía es valiosa en sí misma, independientemente de su utilidad práctica. Para él, la pregunta sobre la utilidad de la filosofía dice mucho de quien la formula. Al igual que no cuestionamos la utilidad de un momento con amigos o el beso de una persona que amamos (porque sabemos que esas experiencias son valiosas en sí mismas y no por lo que nos “aportan” en términos tangibles), la filosofía, según él, tiene un valor propio que trasciende su utilidad concreta.

En definitiva, en un sistema educativo cada vez más orientado a la especificidad, José Manuel Moreno Giménez reivindica “la interdisciplinariedad que caracteriza la filosofía”: “Es necesario que defendamos la continuidad de esta actividad, sobre todo en los centros de enseñanza, ya que por las manos del profesor pasan los futuros médicos, ingenieros, abogados, policías, amas de casa, obreros, etc. Ellos son el futuro y debemos poner a su disposición todo el conocimiento adquirido durante siglos para que vivan como ciudadanos libres”. 

En este contexto, Eduardo Infante recuerda cómo “la función de la escuela no es la de formar trabajadores, sino formar ciudadanos”, y asegura que “no puede haber democracia real si no hay ciudadanos competentes, y esa competencia hay que trabajarla, y educar en la capacidad de análisis, de diálogo, de reflexión o de empatía”. 

Por último, desde LGN Medios te recomendamos 11 libros, series o podcasts para iniciarte en la filosofía, además del Festival Soplo de Letras que tendrá lugar el próximo 23 de noviembre y donde participarán algunos de los filósofos que han participado en este artículo.

Anabel Cuevas Vega

@anabelcvs | Periodista y Humanista; aún sigo sin saber qué me gusta más. Centrada en la divulgación cultural y local. En infoLibre y LGN Medios.

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