La economía española mantiene su trayectoria positiva, superando las expectativas de los principales organismos internacionales. En las últimas semanas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE y la Comisión Europea han revisado al alza sus previsiones para el Producto Interior Bruto (PIB) de España, incluso superando las previsiones del Gobierno de coalición. Estas revisiones reflejan un panorama optimista para el país, destacando su resiliencia y capacidad de recuperación en un contexto económico global incierto.

El FMI, en su reciente actualización, elevó su proyección de crecimiento del PIB para 2024 del 1,9% al 2,4%, manteniendo la previsión para 2025 en el 2,1%. Esta revisión es notable por su magnitud y rapidez, situando al FMI por delante del consenso general de otras instituciones y centros de análisis. “La subida de la previsión del PIB del FMI es inusualmente rápida, ya que lo pone por encima del consenso, cuando lo habitual es que vaya con rezago. Yo también estoy en el 2,4%, aunque a punto de aumentar al 2,5%”, comentó Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics. Daniel Fuentes, otro destacado economista, coincidió en que esta revisión es poco habitual para el FMI.

El FMI prevé que el crecimiento económico de España en 2024 será impulsado principalmente por el repunte del consumo de las familias y la inversión de las empresas, contrastando con los motores del crecimiento en 2023, que fueron el consumo público, la creación de empleo y el sector exterior, especialmente el turismo y las exportaciones de servicios. La OCDE y la Comisión Europea también han ajustado al alza sus previsiones, con la OCDE esperando un crecimiento del 1,8% y la Comisión Europea del 2,1% para 2024.

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, expresó su satisfacción con las revisiones al alza de las previsiones del FMI. “Mi valoración general es de satisfacción”, declaró Cuerpo, destacando que estas estimaciones sitúan a España como una de las principales economías avanzadas en términos de crecimiento para 2024 y 2025. El ministro subrayó el buen comportamiento del mercado laboral y la dinámica positiva de las exportaciones como factores clave del crecimiento.

La reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de recortar los tipos de interés oficiales también contribuirá al crecimiento económico de España. Esta medida aliviará a las familias con hipotecas y a las empresas, favoreciendo la inversión y el consumo. La inflación, según el FMI, se moderará y se acercará al objetivo del 2% del BCE antes de mediados de 2025, lo que supone una buena señal para la estabilidad económica.

En cuanto a la política fiscal, el Gobierno de coalición está comprometido con la disciplina fiscal y la consolidación del crecimiento. El FMI ha elogiado este compromiso y ha destacado la necesidad de un plan fiscal a medio plazo que reduzca las ineficiencias tributarias y amplíe la base impositiva. El ministro de Economía indicó que las previsiones del Gobierno son prudentes, ya que deben servir de base para los Presupuestos Generales del Estado de 2025. Sin embargo, no descartó una posible actualización de estas previsiones en el próximo Informe de Situación sobre la economía española en julio.

Además, la reforma fiscal sigue siendo una prioridad, con el Gobierno trabajando en colaboración con la Comisión Europea para cumplir los objetivos establecidos. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mencionó la posibilidad de prorrogar la rebaja de los alimentos, vigente hasta junio, en respuesta a la crisis de Ucrania.