El desconocimiento y miedo que rodean a la Inteligencia Artificial (IA) puede ser perjudicial tanto para la sociedad como para las empresas que buscan incorporar esta tecnología en sus equipos. La creciente importancia de estas herramientas en el ámbito empresarial ha generado un flujo constante de información, que en muchas ocasiones fomenta la inseguridad y desconfianza. 

La IA es un tema recurrente en prensa y redes sociales, y para que la transición y acogida de esta tecnología sea efectiva, es crucial que tanto empresas como medios de comunicación adopten una postura constructiva y realista que deje a un lado el catastrofismo.

El miedo a la transformación de empleo

La divulgación adecuada de la IA es esencial para que empleados y empresas se familiaricen y normalicen su uso en el ámbito laboral. Muchas veces, el desconocimiento genera miedo y rechazo hacia las nuevas tecnologías. 

Marisa Cruzado, promotora de IA+Igual —proyecto que analiza y verifica algoritmos de IA en el mercado laboral—  reconoce que “uno de los frenos” que retrasa el avance de la IA es “la mala imagen que tiene esta tecnología”, en ocasiones alimentada por los medios de comunicación. Además, señala cómo a esto se suma el hecho de que “muchas personas tengan la sensación de que si no eres ingeniero o no has estudiado algo técnico no estás capacitado para usar esta tecnología”. Sin embargo, esto se aleja de la realidad; un conocimiento adecuado sobre la inteligencia artificial permitirá a los empleados entender cómo mejorar su desempeño y facilitará a las empresas la integración de estas herramientas de manera más eficiente. Por todo ello, es vital ofrecer información clara y precisa sobre los beneficios y desafíos que implica la adopción de la inteligencia artificial, así como disuadir las preocupaciones que rodean la entrada de esta tecnología en el mundo laboral. 

La inseguridad es un sentimiento que ha acompañado a todos los cambios tecnológicos que hemos ido viviendo como sociedad. Sin embargo, el catastrofismo y sensacionalismo que a menudo se reflejan en los medios de comunicación suele ser exagerado. Luis Quevedo, periodista y divulgador científico, recuerda cómo la llegada del primer Excel también trajo consigo miedo e incertidumbre: cuando se comercializó la primera hoja de cálculo los departamentos contables cambiaron. “No es que las empresas no necesitaran contables”, asegura, sino que el trabajo que hacían era distinto, ya que gracias al Excel podían centrarse en tareas más complicadas en las que de verdad aportaban valor”. 

Ana Valera, experta en People Analytics y Recursos Humanos, reconoce que “muchos empleados se enfrentan a la experiencia ambivalente de sentir que la IA les ayuda, pero no se les va de la cabeza el peligro de que los sustituya a largo plazo”. Esta experta, miembro del Consejo Asesor de IA+Igual, resalta que “los empleos son como la energía: no se destruyen, se transforman”.

“Si los seres humanos hemos sido capaces de transformarnos en las revoluciones industriales anteriores, ¿Por qué pensamos que esta vez será diferente?”, añade. 

Por su parte, Alberto García Galindo, investigador de IA en DATAI —partner académico de IA+Igual— asegura que “aunque haya algunas tareas que se redefinan, esto implicará necesariamente el nacimiento de otras tantas, que necesitarán de empleados con nuevos perfiles y la definición de nuevos tipos de trabajo”. En definitiva, Marisa Cruzado, CEO del proyecto IA+Igual, invita a aprender a usar la IA, ya que “el mercado laboral va a expulsar a las personas que no utilicen inteligencia artificial, pero no a aquellas que aprendan a usarla”. 

El papel de las empresas

El papel de los medios de comunicación en la divulgación real de la IA es fundamental para su aceptación en la sociedad, pero las empresas también deben hacer grandes esfuerzos. La adopción de la Inteligencia Artificial en el entorno laboral es una tendencia en crecimiento, y su correcta integración depende en gran medida de la divulgación adecuada por parte de las empresas. Informar y educar a los empleados sobre el uso y las ventajas de la IA no solo facilita su aceptación, sino que también impulsa una cultura de innovación y colaboración. Las organizaciones deben ser capaces de concienciar a sus empleados y conseguir presentar esta tecnología como una aliada y no un posible reemplazo. 

Cuando las empresas comunican de manera transparente cómo la IA puede optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y aumentar la eficiencia, los empleados se sienten más seguros y preparados para trabajar junto a estas tecnologías. Además, la divulgación promueve una comprensión más profunda, permitiendo a los trabajadores identificar oportunidades para aplicar la IA en sus tareas diarias y contribuir al desarrollo continuo de la empresa.

Cruzado señala cómo las empresas “tienen por delante una gran labor de información y comunicación sobre el funcionamiento de los modelos de inteligencia artificial y su entrenamiento y cómo influye en la toma de decisiones”. Desde la dirección o departamentos de comunicación y Recursos Humanos, la empresa debe ser lo más transparente posible con sus empleados, y esto “requiere una estrategia de comunicación que ayude a cambiar la forma en que las personas entienden esa realidad”. 

La divulgación y capacitación “en el uso de la IA, en diferentes niveles de complejidad y adopción” se hace imprescindible “en las empresas empleadoras”, según Valera, experta en People Analytics. Es fundamental tratar de facilitar que los empleados de la organización utilicen la tecnología como un copiloto en su trabajo, como un apoyo para su desempeño, ya que esto beneficiará tanto a trabajadores como a empresas. “Con la inteligencia artificial nos estamos jugando mucho en materia de eficiencia, productividad y rentabilidad y, por eso, hay que hacer muy bien las cosas de partida”, concluye Marisa Cruzado. 

La divulgación efectiva y realista de la IA es clave para que tanto empleados como empresas puedan adaptarse y aprovechar las ventajas que esta tecnología ofrece. Alejándose del catastrofismo, los medios de comunicación y las empresas pueden contribuir a una integración más armoniosa y beneficiosa de la IA en el mundo laboral. Esta normalización no solo facilitará la adopción de la IA, sino que también impulsará un entorno de trabajo más innovador y eficiente.