El hospital, recién inaugurado y financiado con fondos europeos, externaliza el transporte sanitario interno por falta de recursos propios
El Hospital Universitario 12 de Octubre, uno de los centros sanitarios de referencia en Madrid, ha comenzado 2025 con una profunda transformación: un nuevo complejo hospitalario ya operativo, que sustituye al anterior y cuya construcción ha sido una de las mayores obras de ingeniería civil en España. Con una inversión de 320 millones de euros procedentes de fondos europeos, el nuevo hospital cuenta con 754 habitaciones, 1.315 camas, 41 quirófanos y 151 UVIS, además de 5.000 m² de jardines terapéuticos. Sin embargo, a pesar del ambicioso proyecto, la falta de recursos para cubrir ciertos servicios ha llevado a la externalización de algunos de ellos.
Uno de los más recientes es el transporte sanitario interno entre los distintos edificios del hospital, destinado a pacientes ya ingresados. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso, ha sacado a licitación un contrato por 118.000 euros para ocho meses, que permitirá a una empresa privada gestionar el servicio. Según el pliego, esta medida es “provisional” y responde al corte de la galería subterránea por las obras de demolición del antiguo complejo, lo que obliga a realizar los traslados por el exterior, dificultando la seguridad y eficiencia.
Desde la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), sin embargo, cuestionan la decisión: “Es una necesidad cuestionable. El SUMMA podría asumir esos traslados sin recurrir a la privatización”, afirma Víctor Jiménez, portavoz del colectivo. Además, apuntan a otros servicios externalizados en el hospital, como el traslado de muestras o la esterilización del material quirúrgico, cuya gestión también ha sido duramente criticada por sindicatos.
Portavoces de partidos como Más Madrid y el PSOE critican el enfoque del Gobierno regional. Marta Carmona, diputada de Más Madrid, considera absurdo “privatizar personal sin contar con plantilla propia”, mientras que Carlos Moreno, del PSOE, denuncia una “fiebre privatizadora” que afecta directamente a la calidad del servicio público. Desde Sanidad insisten en que se trata de una medida temporal, motivada por razones de seguridad, y que el traslado interno se realiza con ambulancias A1-A2 equipadas, priorizando la atención de pacientes oncológicos y hospitalizados.
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