La Comunidad de Madrid ha alcanzado un hito significativo en el ámbito de la salud pública al registrar un aumento del 50% en la administración de vacunas durante el año pasado. Con un total de 4.565.371 dosis administradas, este logro refleja un esfuerzo concertado para proteger la salud de los ciudadanos y prevenir enfermedades.

El despliegue de estas vacunas se llevó a cabo en los 816 centros autorizados para la prestación de servicios de vacunación en toda la región. Desde centros de salud hasta consultorios y hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), se trabajó arduamente para garantizar que la vacunación estuviera al alcance de todos los ciudadanos.

Entre las vacunas administradas, se destacan 1.560.000 dosis contra la gripe, que son especialmente importantes para proteger a la población vulnerable durante la temporada de influenza.

Además, casi un millón de dosis fueron administradas para combatir el COVID-19, lo que demuestra el compromiso de la región en la lucha contra la pandemia.

Otras vacunas importantes incluyeron 45.000 dosis para prevenir el virus respiratorio sincitial, que causa bronquiolitis en lactantes. Además, se administraron casi dos millones de dosis correspondientes a las protecciones programadas a lo largo de la vida de los ciudadanos. Destacan entre ellas las vacunas contra el herpes zóster, neumococo conjugada, virus del papiloma humano, meningitis B y la hexavalente, que protege contra múltiples enfermedades.

Es alentador observar que la cobertura de vacunación en la Comunidad de Madrid es alta en una variedad de vacunas esenciales, incluyendo la poliomielitis, difteria, tétanos, tosferina, hepatitis B, Haemophilus influenzae tipo B, neumococo y meningococo C. Además, se logró un alto porcentaje de vacunación en grupos específicos, como el 70% de la población mayor de 75 años vacunada contra el neumococo y un 89% de las embarazadas inmunizadas contra la tosferina, tétanos y difteria.

En resumen, el aumento del 50% en la administración de vacunas en la Comunidad de Madrid es un testimonio del compromiso de la región con la salud pública y la prevención de enfermedades. Este logro es resultado del arduo trabajo de los profesionales de la salud y el compromiso de los ciudadanos con su propia salud y la de la comunidad.